El día 10  falleció en Zaragoza el arzobispo monseñor Elías Yanes. Llevaba algún tiempo enfermo. Era una de las figuras más relevantes de la Iglesia Católica en España. Tuvo un destacado papel  en los últimos años del gobierno del General Franco cuando era secretario de la Conferencia Episcopal Española con el llamado "Caso Añoveros" en que las autoridades civiles pretendieron expulsar de España al obispo de Bilbao, monseñor Antonio Añoveros, que había publicado un carta pastoral en la que criticaba algunos aspectos del régimen anterior. Don Elías, nombre con el que denominábamos los periodistas, supo actuar de una manera muy equilibrada en esos momentos con una mezcla de informadores y policías en el lugar de la reunión episcopal, la residencia de las Operarias Parroquiales en la calle Arturo Soria de Madrid.

Don Elías era uno de los obispos de mayor prestigio de España. Fue elegido por compañeros para los cargos de mayor relevancia: secretario (cuando era obispo auxiliar de Oviedo), arzobispo de Zaragoza, presidente y vicepresidente de la Conferencia Episcopal y presidente de la Comisión episcopal de Enseñanza y Catequesis. Una vez retirado he seguido la amistad con él.

Durante mi reciente enfermedad de ictus y de rotura de cadera, un amigo común me llamó de su parte para interesarse por mí. Indicaba como era, una buena persona. Fue un regalo que no me esperaba. De ahí que estas letras estén escritas con el corazón.

Al comunicarle a ese amigo mi condolencia, me ha respondido: "una de las últimas cosas que Don Elías hizo en su vida fue aceptar que  “los chicos ex le aconsejaran rezar a María con agua bendita¨.

Dios le tenga en su seno. Le tendremos de intercesor para que nos ayude en nuestra vida.

Nachof