Opuslibros - ¿Qué le pasa a la Obra?.- Javier

Queridos amigos, qué alegría me da esta pagina web. Perdonad que no dé mi nombre aún, muchos me conocerían al instante y por ahora no me interesa que se sepa quién soy. Uffff, ¡cómo hemos cambiado!, por citar la canción.

¿Qué le pasa a la Obra? Cuando en 1975 empecé en Centro de Estudios en Madrid, en la dlmE (delegación de Madrid Este), éramos 120, no cabíamos en Diego de León, en el CemE, en el Colegio Mayor Montalbán. Hoy apenas hay 20 numerarios haciendo el Centro de Estudios. No pita nadie, en estos ultimos 10 años nos hemos ido cientos entre numerarios y agregados. Desde la muerte de don Alvaro la Obra en España va en picado, hay dinero, mucho, pero faltan numerarios y agregados: ni pitan ni perseveran.

De mi generacion quedan pocos, de las posteriores casi nadie. ¿Qué está pasando?

Pues pasa que en 1944 les dijeron en Roma "ustedes llegan con cien años de adelanto". Hoy habría que decirle a Javier Echevarría "ustedes están con cien años de atraso". Por eso nos hemos ido de la Obra, porque en apenas quince años un numerario, un agregado son algo obsoleto, extraño y raro. Además, en estos tiempos pocos comulgan ya con ruedas de molino, y para ser numerario hay que comulgar no con ruedas, sino con ruedones...

Me gustaria tocar más temas, porque la Obra me dio mucho pero tambien me engañó mucho. De mis antiguos hermanos hoy tambien fuera de la Obra, muchos somos amigos muy buenos, nos reunimos con nuestras parejas, con nuestros hijos, porque algunos llevamos mas de 25 años de amistad... Es dificil a veces hacer entender a tu mujer de qué iba "aquello", es como una abducción extraterrestre, es inexplicable.

Nada más, os escribiré más, fui de los ultimos cofundadores (¡vi al santo hecho a base de dólares!), aguanté 20 años, me fui, me intentaron putear pero yo no ando con chorradas, ahora contemporizo y si les veo me llevo bien. No me traumé, me fui en pocos días, sin dialogar y hoy me da la risa de tantas cosas... Tengo 46 años, una mujer preciosa y tres hijos y os juro que doy gracias a Dios de haberme ido y Dios me ama.

Saludos,
Javier