No todo lo que brilla es oro.- Salypimienta
Fecha Friday, 05 January 2018
Tema 040. Después de marcharse


          Zartán habla de que al igual que en la Caja de Pandora, después de salir todos los males quedaba en el fondo la esperanza, así nosotros, los ex opus, al sacar todo lo malo que nos dejó la Obra, en el fondo nos queda un cariño verdadero por los demás miembros. Yo creo que sí y no, me explico. Creo que todos sentimos ‘algo’ por los demás ex, no me atrevería a definir como cariño verdadero, más bien creo que es una especie de solidaridad.

            En mi experiencia, al salir de la Obra busqué tener trato con personas que estuviesen en la misma situación que yo, porque es natural que quieras estar cerca de personas que atraviesan o atravesaron por algo tan complicado como es dejar el Opus Dei, tanto para que te aconsejen como para no sentirte sola en ese mar de dudas angustias, inseguridades, remordimientos de conciencia, miedos y sentimientos encontrados. En esa búsqueda encontré de todo, desde personas con las que hasta la fecha me une una sincera amistad, como con personas de las que me quise alejar lo más pronto posible. A primera vista podría parecer que por el simple hecho de ser ambos ‘despitados’, podríamos tener mucho en común, y la verdad es que no es así. En algún momento llegué incluso a pensar que las únicas parejas que tenían probabilidades de formar relaciones formidables eran las que estaban compuestas por dos ex miembros, y he podido comprobar que no es una regla que siempre funcione. Como en todo, algunas si lo consiguen, pero no creo que tenga mucho que ver que los dos ‘hayan sido’, porque de ser así, TODAS las parejas formadas por ex opus serían un modelo a seguir y no es el caso.

            A lo largo de estos años, he conocido diferentes tipos de ex miembros, y como en todos los grupos humanos, entre nosotros hay de todo como en botica. Está el ex opus que no quiere tener que ver NADA con la Obra, vaya, no quiere ni que se la mencionen. Ni quiere juntarse con ex opus, ni quiere saber nada de nada y toma su experiencia opusina como algo tan nefasto, que quiere permanecer lo más alejado posible de todo cuanto le huela a Opus Dei. Existe también el ex miembro que se siente una especie de redentor, y que está pendiente de todos los ex opus, los trata de coordinar para hacer grupo y además ejerce de embajador entre ellos, es más, si pudiera haría una Obra paralela con puros ex fieles. También existe el ex opus que sólo mantiene amistades relacionadas con el opus mundo porque no se siente cómodo con gente de fuera, pero no se acerca a la Obra ni de lejos. Otros son quienes han dejado el Opus Dei pero se mantienen muy cerca de la Prelatura, son como sus satélites y aunque salieron en forma, la realidad es que siguen igual de dentro que como antes de despitar, es más, si les ofrecieran regresar en calidad de supernumerarios o cooperadores lo harían felices de la vida. El caso de otros es que mantienen amistad con algunos ex miembros pero van muy a la suya y del Opus Dei se acuerdan de cuando en cuando nada más para agradecer desde el fondo de su alma haber dejado de pertenecer a tan selecto grupo y para enterarse de los cotilleos que siempre hay… y que siempre son por lo menos entretenidos.

            Quizá los numerarios son quienes hacen más grupo entre ellos. De los agregados poco puedo hablar, pero más bien se apartan, y los supernumerarios son los que más fácilmente cortan todos los lazos con la Obra. Quizá se deba a que  ellos, por muy de casa que hayan sido, siempre tuvieron una parte de vida al margen del Opus Dei. Los numerarios lo tienen más complicada, porque su vida era la Obra 24/7, entonces, o se alejan lo más que pueden para tratar de rehacer su vida, o se mantienen lo más cerca posible porque no se atreven mucho a experimentar otra vida.

            En cuanto al cariño verdadero… vamos por partes. Creo que al principio de la salida uno siente una simpatía especial y se siente con la obligación de proteger en la medida de nuestras posibilidades a quien ha pasado por algo así de calamitoso, precisamente porque al haber pasado nosotros por lo mismo, se nos puede pasar por la cabeza que podemos ser un soporte o un consuelo para los otros que pasan por el despitaje, eso es solidaridad y sí, en mi caso, siento mucha pena por cualquiera que salga del Opus Dei, porque se bien que la salida es un sendero muy agreste, quizá sienta también simpatía… Pero llamar a eso cariño verdadero no sé si sea el término exacto.

            Me consta que algunos se sienten con el deber moral de proteger, guiar, procurar y hacerla de directores espirituales con quienes salen, afortunadamente no es el caso de todos.

            Creo que siempre, una parte de nosotros va a estar pendiente de todo lo que pasa con la Obra y con cuanto con ella se relaciona. En lo personal, prefiero mantenerme lo más apartada posible. Hace mucho tiempo que corté todo trato con miembros activos del Opus Dei, y la relación que mantengo con algunos ex fieles es de verdadero cariño, pero son más bien pocos y nuestra relación es porque sintonizamos con nuestras loqueras particulares más que por haber pertenecido a la Prelatura. De cualquier manera, creo que lo que se encuentra en el fondo de la caja de Pandora que es el Opus Dei es otra cosa…

Un besazo cariñoso para todos y mis mejores deseos para el año que está comenzando (con el pie derecho espero).

Salypimienta.









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