Opuslibros - Sobre los espíritus.- Xavier de Barcelona

Joseph Ratzinger en una notificación oficial de la Congregación para la Doctrina de la Fe calificó los presuntos mensajes celestiales que recibía Vassula Rydén de meditaciones privadas, y aportó curiosos y sensatos razonamientos para sostenerlo. En mi opinión las conversaciones de ese americano con Escrivá son y valen ni más ni menos ni poco ni mucho como meditaciones privadas de ese señor. Esa manera de meditar no está al alcance de cualquiera y no es opcional ni voluntaria, la mente humana es así, y para mi ello no merece ni aprecio ni desprecio.

El tema me retrotrae a cuando yo comencé repentina y trágicamente a "meditar" de esta manera, y lo voy a contar porque hoy día considero muy curioso que en ningún momento asociara lo que me pasaba a la religión. Luego he visto que en el resto de "locos" sí que es muy habitual. Pero con la formación religiosa de los ambientes opusinos un joven, o al menos yo, asocia la religión a castidad, obediencia, ir a la iglesia, ser formal, virtudes humanas, etc... y yo al menos no lo asocié a nada de lo que en común tienen locura y santidad.

Estaba apunto de cumplir 27 años ahora tengo 50 y, sin trastornos mentales hasta el momento, tomaba mi café de cada día en mi mesa de trabajo antes de comenzar la jornada cuando entonces me asaltó "el mensaje mental de lo superior" muy urgente de que iba a morir y de que sólo estaría a salvo en cierta cartuja (con cuyo padre procurador había tratado varias veces por un empleo anterior y un amigo común). La intensidad del aviso y el estrés fue tan grande como mi total escepticismo respecto a todo ese molesto asunto, creo que era viernes y que a duras penas logré a alcanzar a terminar la jornada no sé muy bien cómo y al día siguiente tomé el tren a la ciudad de esa cartuja pero estaba tan descentrado, mucho, que me pasé esa lejana ciudad de largo y acabé en otra ciudad aún más lejana en dónde había tenido una amante durante varios años. Total que regresé a casa viajado y seguí con las comunicaciones, con mi desconcierto, con mi escepticismo sobre todo, con el hostigamiento de los "ezpíritus", con las trampas con las que pueden tratar de engañarte esos otros lados de la mente, y pese a mi incredulidad en un par de años perdí 25 kilos para mis 180 CMS y acabé en los 60 KGS, diagnosticado de esquizofrenia desde el primer momento por medio de mi empresa que se desentendió de mi igual que en cuanto a mis derechos económicos también la seguridad social y la justicia española pero eso es otro tema.

Lo que yo encuentro bien curioso y tema de esta página es que habiendo yo de joven recibido e incluso impartido tantísima formación religiosa en ambientes opusinos jamás asocié nada de esa primera crisis esquizofrénica ni de todos mis trastornos con la religión. No fue hasta 10 años más tarde en que otro ateo, profunda gratitud le debo por más cosas y siempre está en mis recuerdos, 10 años más tarde un ateo me mencionó el tema pictórico de las tentaciones de San Antonio Abad y por primera vez vi las similitudes entre lo que nos pasa a los locos y lo que le pasa a los santos. En la "Vitta Antonii" se narran los hostigamientos que sufre de los espíritus el padre del movimiento monástico cristiano, en cierta ocasión San Antonio le reprocha a Dios haberle dejado tantísimo tiempo solo con el demonio y le pregunta que dónde había estado, y Dios le responde que había estado allí todo el rato observando cómo se comportaba. Leer eso me emocionó hasta el llanto y lloré como una magdalena los duros años de brava resistencia solitaria a tantísimos malos momentos. Por favor si ven a alguien con problemas mentales piensen en la probable bravura y entereza y hombría de bien con que seguro que se ha estado encarando continuadamente a situaciones que nadie más en su entorno percibía. Lo de echarse unas risas a su costa sólo está bien para defenderse de lo que no comprenden pero ustedes ya pueden comprender por lo que pasa esa persona. Pero volviendo al tema ¿cómo es que no asocié nada de todo eso que me ocurría con la religión como la mayoría de los que aterrizan en la esquizofrenia? ¿Qué asocia a la religión un jóven formado por el Opus Dei? ¡Auxilio sociólogos! Yo diría que asocia cosas muy diferentes que los jóvenes de otros movimientos cristianos.

Hoy hago una distinción muy clara entre mi enfermedad y los asuntos de los santos propia de mi ateismo de cultura cristiana. Me consta que sufro patológicamente de mi identidad, me consta que estoy enfermo, porque si me tratan mal o me ignoran o sufro situaciones abusivas enseguida estoy peor de los "espíritus" y comienzan las malditas "meditaciones interiores" y otras fiestas que me sobrepasan. He de vivir tranquilo sin complicarme la vida esquivando a quienes eventualmente me ignoren o quienes puedan en ocasiones tratarme abusivamente. Admiro a los hombres de nuestra cultura cristiana que por amor de Dios y del prójimo se ponen en situaciones en las que es fácil que caigan en este tipo de conflictos de identidad, su caso siempre ha sido y es distinto al mío y al del américano que charla con Escrivà, que a saber si está mentalmente sano o no, eso yo no lo sé. Pero mi tesis es que cuanto más humanismo occidental hay en la sociedad menos fracturas mentales de este tipo hay en los individuos de una sociedad, por eso quizás en las sociedades indígenas américanas sea aún bastante normal este tipo de meditación interior con los "espíritus". Y el hecho de que muchas de estas cosas puedan explicarse racionalmente como meditaciones privadas creo que ni quitan ni añaden nada a la fe en Dios o al ateismo. Ratzinger dice que lo de Vassula Rydén en ese caso son meditaciones privadas, pero por supuesto él cree que en otros casos no lo son. En el caso del americano si alguien duda de que lo suyo sean meditaciones privadas merece ser llamado crédulo en vez de creyente.

Perdonad el tocho. Gracias y aprecios sinceros.

Xavier de Barcelona