Saludos a todos.

Leo sus artículos y los encuentro muy esclarecedores. Realmente el sufrimiento de este ”camino a ninguna parte” es por toneladas!

Leí hace unos días un interesante post sobre “Otro cartucho que está quemando el Opus Dei es el de la profesionalización de la Asociación de Cooperadores: Para llevar a cabo todos estos proyectos de infraestructura (de palanca material, de dinero) son necesarios muchísimos recursos y una buena fuente la constituyen las personas que cooperan económicamente con la Prelatura”.

Me parece que esta categoría de opus es una especie de- refugium peccatorum- (de hecho, está abierto a acatólicos, ateos, ex del opus, tanto ex numerarios como ex supernumerarios). En resumen, se considera una segunda opción, descartada por la institución ¡pero sigue siendo útil para actividades! (proporcionando dinero y amigos).

También me parece que los cooperadores son los grandes excluidos del Opus: de hecho, en comparación con los miembros reales como los supernumerarios, tienen el mismo entrenamiento (los medios) y el mismo estado de vida, pero han sido descartados porque se los considera poco atractivos por los criterios de élite de la institución.

Me parece que hoy la iglesia es muy incluyente y de ninguna otra realidad eclesial se le dice a alguien: “te gusto, pero no demasiado. Sigue a una distancia respetuosa ¡No tienes buena calidad, pero me importa tu dinero y amigos!”

¿Por qué hasta ahora no se ha hablado sobre esta categoría del opus para aclarar algunas malas experiencias?

¿Están claros algunos de los ex numerarios sobre estos criterios de selección para el personal?

¿Alguien ha considerado alguna vez que la discriminación de los cooperadores está muy (muy, muy) relacionada con el tema de la confusión entre la dirección espiritual y el gobierno? Gracias.

Nova