Hola, 

He leído la noticia de Antiguo sobre la posible polémica y discrepancia pública de opiniones en el seno del Opus Dei entre un tal Sr Aberasturi, presbítero del Opus Dei y Mons Cipriani, también presbítero y Cardenal del Opus Dei. Me he tomado la molestia de leer esa carta abierta. Y como era de espera, se trata de una pataleta reaccionaria.

En realidad, no hay tal discrepancia: lo que hace Aberasturi es increpar a Cirpiani por alinearse con la postura aperturista del Papa Francisco. Es evidente que Cirpriani, hasta ahora ortodoxo opusiano y por tanto JPIIista y BXVI ista comulgaba con las tesis más duras y era un martillo de disidentes. Ahora, ha decidido ponerse al hilo de los tiempos que corren y hacerse el moderno. Claro, en el Opus Dei eso se vive mal y como una traición. 

En el fondo, por tanto, no hay tal discrepancia sino una llamada al orden. ¿Se habría producido esta llamada hace cuatro años? Claro que no. En realidad, esa carta abierta lo que hace es poner a caldo a Francisco y defender a los cardenales díscolos que han recibido de su propia medicina. Cuando ellos machacaban a cualquier disidente de sus diócesis (y de toda la iglesia) eso por lo visto estaba muy bien. Cuando reciben una leve desautorización (que no una ruina de su carrera) no hay derecho y se patalea.

A otro perro con ese huevo.

Antiguo: no ha cambiado nada. Y si cambia, en este caso sería a peor.

Saludos

Ramón