El resbaladizo plano inclinado de la Obra.- Levantisco
Fecha Wednesday, 07 June 2017
Tema 125. Iglesia y Opus Dei


El resbaladizo plano inclinado de la Obra

Levantisco, 7/06/2017

 

         Recordando aquel plano inclinado por el que nos hicieron subir al principio de nuestra odisea institucional, se puede pensar que ahora parece que el Opus Dei es castigado con aquel mismo símil, pero en sentido opuesto al que nos sometió. Resulta evidente que la Obra se encuentra en un proceso de bajada numérica por el plano inclinado, perdiendo altura de forma acelerada. La antigua energía que le sirvió para crecer, hoy le sirve para acelerar la bajada. La caída puede ser brutal si los que pueden intentar frenarla no lo hacen.

         Algunas veces me he preguntado si el Opus Dei puede tener un futuro viable a muy largo plazo. Casi siempre he llegado a la conclusión de que no es posible. Esto es debido a que no observo que los que rigen los destinos de la Obra se hayan dado cuenta de las causas reales de los problemas que tiene la institución. Como a algunos de los que escribimos aquí, me parece que si el Opus Dei se volviera caritativo, sincero, respetuoso con la libertad de los suyos (no coactivo ni absolutista), no manipulador (sobre todo de las conciencias), misericordioso, no controlador absoluto, transparente... devendría en otra cosa, más cristiana, pero ya no sería lo que el fundador pensó y pergeñó, cuyas ideas directrices me parece que siempre fueron el crecimiento de la institución y sus ambiciones personales, como puede comprobarse por los cambios y vaivenes de su espíritu y por los variantes modos de proceder de la Obra a través de su historia.

         El que no se hayan dado cuenta de las causas reales de los problemas que tiene la Obra, se puede observar en las conclusiones del último congreso general: es más de lo mismo de siempre. En realidad no es que no se hayan enterado de las causas verdaderas y profundas de los problemas, es que no se quieren enterar; porque creo que nadie quiere mencionarlas para que no lo saquen de la foto. Así está la cosa: les pasa como a los políticos que medran sea cual sea la circunstancia en la que se encuentre su partido, aun en los cambios de programa y de jefe.

         En este congreso no he encontrado ni una sola mención a las cuestiones que, según parece, quiso aclarar el anterior prelado al Papa en su carta del 2 de octubre de 2011, sobre algunos de los grandes abusos que hace el Opus Dei de los que denomina sus fieles, violando y conculcando derechos básicos del cristiano protegidos por las leyes canónicas y que habían sido denunciados. Hay que ocultar la hipocresía: es mejor olvidarse de aquella carta.

         Puede ser factible que el verdadero progreso cristiano de la Obra se realice, de forma natural, cuando sus cooperadores orgánicos, a los que llama sus fieles, no consientan que lo que les exigen en la institución sobrepase el marco legal de sus estatutos, una vez que estos ya se pueden conocer al encontrarse traducidos en la página de la Obra debido, sin duda, a la existencia e insistencia de Opuslibros. Porque esperar que la institución no sobrepase el derecho universal y el particular concedido por la Iglesia (derecho privilegiado) puede ser una esperanza absurda. Nada más que hay que leer la web de la prelatura personal del 3 de junio de 2017, para observar el empecinamiento que tienen con intentar darle un sentido distinto a lo legislado sobre prelaturas personales. Me parece que hacen caso omiso a la Carta Iuvenescit Ecclesia (n. 23, nota 116 al pie de página) de la Congregación para la Doctrina de la Fe de 15 de mayo de 2016, en la que se afirma que una de las realidades eclesiales de naturaleza carismática son las prelaturas personales. En la citada página de la Obra se afirma que las prelaturas personales son similares a las diócesis, que sus miembros son fieles de la prelatura y que los fieles laicos se pueden vincular a la prelatura (resalto lo del vínculo). Una mención en esa página a que la Santa Sede también ha ofrecido a los lefebvrianos la posibilidad de convertirse en prelatura, aunque el fenómeno pastoral del Opus Dei es muy distinto al de los lefebvrianos, hace que me pregunte qué pretenden con esas observaciones. Como no dan puntada sin hilo algo pretenden: puede que sea que esto muestra que son más independientes que el resto de las otras realidades eclesiales de naturaleza carismática; que son distintos y más como la prelatura cum propio populo, que siempre pretendieron, o más cercanos a una diócesis... Esa insistencia en salirse de los límites legales de las prelaturas personales del Código, a estas alturas, resulta patética, si no ridícula. Quizás alguien más pueda tener alguna opinión o conjetura que formular al respecto de lo afirmado en esa página de la Obra...

         Parece menos factible (sería muy extraño aunque tal vez pueda ocurrir) que el verdadero progreso cristiano de la Obra se realice cuando llegue un prelado lo suficientemente inteligente, audaz, decidido y más de Jesús que de Escrivá que empiece a poner sentido cristiano a este engendro sectario. Pero esto parece muy poco probable, ya que el engendro se ha ido gestando a través del tiempo pensando en regular cualquier asunto, cualquier circunstancia que pueda darse, mediante normativas que agobian la vida de los suyos, de forma que la institución se ha ido esclerosando cada vez más y generando un exoesqueleto de tal dureza que le ha hecho imposible cualquier cambio necesario, el libre crecimiento, generándole una gran fragilidad a la Obra.

Levantisco









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