Buenas tardes, Stoner:

He de agradecerte que hayas sido tan valiente como para decidirte a escribir en esta página. Agradezco no sólo tu valentía, sino que también hayas compartido lo que te preocupa y lo que crees que no va bien allí dentro.

Nunca he sido directora de ningún centro, a Dios gracias, pero sí que he estado trabajando durante algunos años en casas de numerarios.

Quería contarte mi experiencia en relación con un desafortunado encuentro que tuve con la vocal de auxiliares hace años. En el centro donde vivía, tanto la directora como las demás numerarias que habían allí, llevaban bastante tiempo haciendo mal (lo que se llamaría de mal espíritu) una serie de cosas que llamaban mucho la atención. Un día me dijo la directora, a raíz de un comentario que le hice, que le hiciera una corrección fraterna a la secretaria. Pensarás que una auxiliar no puede hacer ese tipo de cosas, no? Pues después de insistirme en que sí que podía, ni corta ni perezosa, fui y le comenté lo que me parecía que estaba haciendo mal. Imagínate como se puso la susodicha… me dijo de todo.

Ya había ido varias veces a la delegación a hablar con la de auxiliares a comentarle todas estas cosas y más que yo veía que no se estaban haciendo bien. Y cual fue mi sorpresa cuando me dijo que esas cosas tenía que pasarlas por alto, que lo ofreciera todo por el Padre y que esa era la cruz que me había tocado. ¿Crees que fue un comentario acertado? ¿O más bien la resistencia a que se estaban haciendo mal las cosas y que había que tragar con aquello, fuera lo que fuese? ¿Que todo se arreglaba poniendo buena cara y punto? Por más vueltas que le diera, no llegaba a entender por qué a mí me exigían una serie de cosas y las tenía que atacar sí o sí y a las directoras no se les podía ni toser encima. Esto pasó hace años, pero puede que siga pasando hoy en día en muchos sitios. No digo que las personas tengan que ser perfectas, sólo que cuando hay algo que no va y se ve a leguas que está pasando algo gordo, que sepan darse cuenta de que están fallando.

No sé si te ha servido o no. Sólo quería que entendieras por qué muchas cosas de las que comentas, pasaban hace años y siguen pasando ahora y no se les pone remedio. Que intentan que entre mucha gente y a esas personas se les engaña y se les dice que van a conseguir entrar en el cielo. Juegan con la buena voluntad de las personas y con que si no están allí, no van a encontrar nada mejor.

Me fui hace años, no muchos, pero he de reconocer que nunca antes había sabido lo que es la felicidad de verdad. Tengo una familia maravillosa y de lo único que me arrepiento es de no haberme dado cuenta de que me tendría que haber ido mucho antes.

Un saludo con mis mejores deseos.

Bruna.