Había pensado que estas líneas fueran la continuacion de las que envié hace unos días. Voy a desistir y me voy a centrar mejor en el congreso y sus contenidos.
Tenéis que saber que en la carta de II/2017, es solo lo que el prelado y sus allegados han querido dar a la opinión pública. ¿No os parece acertadisimo, aunque falto de credibilidad, que nos cuenten AHORA, lo que ha ignorado desde el principio? ¿Cuándo en el opus dei se ha hablado de: libertad y vocación, lenguaje comprensible, tono positivo, participación activa en los medios de formación, aprecio por opiniones distintas, saber escuchar, cambiar de parecer, compartir opiniones? ¿Comunión entre los católicos, aprecio entre las más variadas agrupaciones, reforzar la relación con personas de otras instituciones y realidades de la iglesia, superar posibles malentendidos, rezar por iniciativas promovidas por otros, viviendo la humildad colectiva? ¿Ofrecerse a colaborar en catequesis, cursos prematrimoniales, labores sociales en parroquias etc...?
Hago un inciso. Todo esto es lo que se debe decir en el siglo XXI. Pero no es para nada lo que se vive en el opus dei (porque no habla de la falta de vocaciones a nivel mundial, porque no habla de los problemas que existen con la gente mayor de los centros, del problema a la hora de escoger directores/as de los centros, del problema a la hora de presentar unas cuentas públicas, de que sobran centros porque no hay numerarios/as, ni agregados ni supernumerario...). Sería más creíble si nos dijese con transparencia los problemas reales de la prelatura. Pero en el opus dei siempre se ignora la realidad.
Continuo: Imaginación creativa y flexible, RENOVACIÓN PERMANENTE, SIN AVASALLAR ni caer en monólogos, No encerrarse en una actitud meramente defensiva, hacerse cargo de los aciertos de las distintas posturas, respetar la libertad, LOS INMIGRANTES, SOLIDARIDAD, SERVICIO A LOS NECESITADOS, EL DRAMA DE LOS REFUGIADOS, Agrandar el corazon, persona a persona, los ancianos y los enfermos... ¿Quién da crédito a todo esto? Y os diré algo. Ahora van a pescar en Polonia, México, Filipinas y algún país más latinoamericano. En esos países se abrirán centros, enviarán la poca gente joven que queda. De hecho el recién nombrado vicario de México es un sacerdote que tiene 43 años, el de Ecuador no ha cumplido los 50. Esto es real.
En fin amigos. Que lo que nos ha ofrecido el prelado en esa carta, es puro quedar bien ante el Papa, el Vaticano, los medios de comunicación, pero para nada lo que se cuece por dentro. Quiero incidir en que vuelve a nombrar al fundador siempre antes que al Papa. El próximo día más. Como la realidad de la prelatura dentro de la iglesia. Hasta luego.
Solitudine
