Hola Nacho:
Estás pasando un momento duro, ya que la enfermedad nos abate un poco. Lo sé por experiencia, pero siempre hay la esperanza que nos ayuda a reaccionar y ver esta situación como parte de la normalidad de la vida, con sus luces y sus sombras.
Es importante sentirse querido y acompañado, y de alguna forma, deseo manifestarte mi afecto en esta circunstancia. A mí me ayuda confiar en Dios, quien misteriosamente nos atrae hacia él. Cada uno tiene una experiencia personal y distinta de esta realidad, incluso, a veces, tengo la sensación de un gran vacío, pero, aunque no lo entiendo, necesito creer en un Dios personal, que no está sujeto a ninguna disciplina ni de iglesia ni de grupo. Un Dios libre que no sigue las pautas de los teólogos, sino que se ríe de ellas, y ama, especialmente a sus hijos más desvalidos.
Ánimo, que el Nuevo Año te sea amable y tengas la protección de Nuestra Madre en todo este proceso. Un abrazo.
Rocaberti