El Opus Dei tiene su intimidad que trata de preservar a toda costa. Se trata muchas veces de cuadros o piezas que se conservan en la sede central de la Obra en Viale Bruno Buozzi 73-75 de Roma. Esos cuadros fueron realizados en su día por algunos numerarios artistas que viajaron a Roma para realizar lo que les indicara su fundador. El numerario Manolo Caballero es uno de ellos. Este es el caso de la Regina Operis Dei, cuyo original fue pintado al óleo y que ahora se encuentra reproducido en algunas medallas, que se venden en algunos anticuarios al precio de 45 euros.
Regina Operis Dei, a la que yo llamo la Virgen de las Pedradas es un cuadro con una imagen de la Virgen con el niño con una capa que protege un pedestal en el que está grabado el escudo de la Obra con la imagen del mundo con la cruz y debajo la llamada internamente "La rosa de Rialp", supuestamente encontrada por San Josemaría durante su fuga de la España republicana por los montes Pirineos, durante la guerra civil española. Digo supuestamente porque ahí fue cuando tupo una moción la que le pidió a la Virgen encontrar una rosa en tan difíciles lugares. Según la versión oficial de la hoy prelatura personal, luego encontró una rosa estofada procedente de alguna ermita y esa rosa es la que se conserva en la sede central romana.
Esta imagen tiene una peculiaridad. No son los ángeles que acompañan a la Virgen y al Niño Jesús en un costado o arriba, sino las piedras que se encuentran depositadas o caídas al pie del pedestal. En el grabado no puede distinguirse claramente esas piedras. Cuando yo era de la Obra internamente se les atribuía que era la manera de expresar los ataques que tuvo el Opus Dei durante la llamada "persecución de los buenos", o lo que es lo mismo, de la Compañía de Jesús. Algunas veces se les ha quitado hierro al decir que solo fueron algunos jesuitas.
En esos momentos de "persecución de los buenos" la Virgen protegió al Opus Dei, a partir de que su fundador le consagrara la Obra en la santa casa del santuario de Loreto. Desde esa fecha en todos los centros de la hoy prelatura personal todos los 15 de agosto se renueva la consagración a la Virgen. Por ello, a Ella se atribuyó que cesaran las persecuciones contra monseñor Escrivá y la institución por él fundada.
Por los directores de la Obra se decía que el Papa Pío XII tenía encima de su mesa de despacho la firma de unos papeles en los que disponía la separación de José María Escrivá de Balaguer del Opus Dei. Pudo saberlo gracias a que el entonces arzobispo de Milán, cardenal Schuster, le avisó, a través de los numerarios de la casa de Milán, que se acordara de su paisano San José de Calasanz, que fue expulsado de las Escuelas Pías, cuando todavía estaba vivo.
Pero la imagen de la Virgen de las Pedradas que hoy reproduzco tiene otras peculiaridades. La medalla en la que está inserta ahora fue incluida en una serie con motivo de la beatificación de Josemaría Escrivá de Balaguer por el Papa Juan Pablo II el 17 de mayo de 1992.
En esa fecha, el 17 de mayo de 1992, ya estaba aprobada la Obra como prelatura personal. De ahí que junto a la Virgen de las Pedradas aparezca la inscripción "Cor Mariae Dulcissimum iter serva tutum", o lo que traducido es "Corazón Dulcísimo de María, conserva el camino seguro".
Debo recordar que ante de 1982, dentro de la Obra se rezaba mucho la jaculatoria "Cor Maríae Dulcissimum, iter para tutum", o lo que es lo mismo, "Corazón Dulcísimo de María, prepara el camino seguro". Una vez aprobada la prelatura personal monseñor Alvaro del Portillo estableció el "iter serva tutum", o lo que es lo mismo "conserva el camino seguro".
A través del cambio del "iter para tutum" por "iter serva tutum" queda claro que la Obra no quiere tener incertidumbre jurídica en su regulación. Al fundador no le gustó que el Opus Dei fuera un instituto secular y eso poco después de ser aprobado como tal. De ahí que ahora se rece la jaculatoria "iter serva tutum". Se trata de conservar lo conseguido.
ElCanario
