Secretismo.- Felizdeverdad
Fecha Friday, 28 October 2016
Tema 060. Libertad, coacción, control


Hola a todos!!

Leyendo cosas sobre los documentos internos me he acordado de una anécdota. Estando en el centro de estudios, había siempre una persona encargada del armario de publicaciones internas (Cuadernos, cartas del Prelado…) que, cada noche, contaba cada uno de los libros y comprobaba que no faltaba ninguno. Dicho sea de paso que el Catecismo de la Obra, por ejemplo, se custodiaba en un armario diferente, del que no tenías la llave ni queriendo. Cuando tocaba clase de Catecismo era una numeraria la que se encargaba de sacar los libros y volver a dejarlos en su lugar. Nunca ví lo que había dentro de ese armario. Supongo que serían documentos como los aquí mencionados, sobre cómo llevar charlas fraternas, los Consejos Locales, etc.

El caso es, que si la persona encargada se daba cuenta que faltaba un libro, fuera la hora que fuese, se lo decía a la Directora e iban habitación por habitación buscándolo, porque esos libros no los podías tener en tu poder, debían de ser custodiados bajo llave. En aquellos momentos, no me planteaba el por qué tanta insistencia en que a una despistada se le hubiera olvidado dejar el libro en su sitio. Sin embargo, nada en el Opus se hace por casualidad. Supongo que la filtración de documentos internos llevaría a una mayor “prudencia”. Pero me hace gracia una cosa. Si de verdad no se oculta nada, y todo es público, y todo es bueno… ¿por qué puedo tener cualquier libro de espiritualidad en mi habitación, pero no un documento interno? ¿si no hay nada que esconder, qué hay de malo, que gente de ahí dentro, en la que se supone que confían, tenga “Noticias” en su cuarto?

Otra anécdota, que poco tiene que ver con las publicaciones internas, pero sí tiene que ver con la confianza que se tiene en la gente:

No sé si sería verano, pero era una temporada en la que muchas estaban de curso anual. Daba la casualidad que coincidieron varias fuera que dormían en la misma planta. Total, que se quedaron durmiendo en la misma planta dos: la directora y una auxiliar. Sus habitaciones estaban separadas no, lo siguiente. Tenías que cruzar un pasillo larguísimo, los dos oratorios (sí, había dos) para ir de una a otra. Pero aún así, por si a alguna le entraba algún tipo de incontinencia sexual, hicieron cambiarse de habitación a una del centro de estudios para que durmiera en la planta y así fueran tres, hasta que las del curso anual volvieran.

Para flipar…

Felizdeverdad









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