Diferencias mujeres y hombres en el Opus Dei y más cosas.- Ana Azanza
Fecha Monday, 26 September 2016
Tema 010. Testimonios


Hola Ex-apéndice, Haenobarbo y todos,

Me ha dejado impactada, pido disculpas por la expresión, la "vidorra" que os dabais los numerarios hombres en Aralar en lo tocante a excursiones y demás festejos. Ni en sueños acaba una excursión de numerarias mujeres en un restaurante ni dando la vuelta al "Euskadi Norte" como relatas. Si había esos planazos entre mujeres no participé ni supe de ellos. A mí con independencia del Opus Dei me iba mucho la montaña, en esto tenía una ventaja y es que no era un calvario vivir en Pamplona y subir riscos, cosa que ahora valoro; para muchas otras numerarias sí lo era y no le veían la gracia.

Este tema da para enganchar con las diferencias hombres numerarios y mujeres numerarias...



Llevabais una vida bastante más relajada y con menos exigencias. Nosotras incluso antes de vivir en el centro, yo al menos, ya sabíamos lo que era la "limpieza de cada día". Sin desayunar y antes de la misa, agarra el aspirador, la mopa o el trapo de polvo y una media hora de trabajo físico. No era lo más agradable y eso lo hacíamos desde los cursos anuales de adscritas en Eskíbel y demás lugares paradisíacos vacacionales. 

También de adscrita, desde los 16 recuerdo los domingos por la noche preparando la cena y poniendo la mesa de las numerarias del club Isaba mientras asistían al círculo. No era difícil, hacer hervir la sopa y el famoso jamón de york al horno relleno de puré que no he vuelto a degustar. Por supuesto desde nuestra infancia numeraril aprendíamos a preparar los ornamentos para la misa. Mis recuerdos de las adscritas mayores del club incluyen su imagen rezando en el oratorio y su imagen haciendo encargos variados en el centro...

Siendo estudiante hice mis pinitos en administraciones ordinarias, es decir desde las 6.30 a.m en pie y limpiando, con la bata blanca que sólo nos quitábamos para comer. Una carrera continua hasta las 10 de la noche en la que te quedaba el tiempo justo de hacer las normas. Lo demás trabajo y más trabajo. Eso tampoco lo habéis vivido los hombres. 

Licores de los que tanto habláis los hombres, ni los recuerdo ni los echaba en falta ni los echo en falta. Quizás en algunos aperitivos de fiesta A super A, pero me parece que en los centros de numerarias en los que viví la botella de Cinzano acababa usándose más bien para aliñar guisos que para beber. 

De numeraria mayor en los centros en los que viví al final de mi vida opusina, sólo limpiábamos los fines de semana, cuando no había empleadas. A mí me parecía bastante normal, todas las mujeres españolas de nuestra edad, no de nuestra condición, limpian su casa. Y me chocaba que algunas numerarias mayores se quejaran, no me parecía lógico. Teníamos tres empleadas que nos hacían la comida y limpiaban entre semana, ¿qué menos que limpiar  tu casa el fin de semana? 

Interesante el correo  de Ex_apéndice sobre los Sánchez Bella. A medida que iba leyendo no sabía si era en broma o en serio lo que habías escrito. Que alguien "ascienda" en el franquismo, en la Administración española en general o en el Opus Dei en particular por sus dotes y su valía no se tiene de pie. 

Disculpa que sea tan clara, hace ya que llegué a esa conclusión. Las personas en nuestro amado país pueden tener talento, no discuto si esa familia lo tenía particularmente. Sin embargo no es el talento lo que en todos esos ámbitos a los que me refiero hace subir. Como sólo tengas talento  y no tengas enchufes o no sea un adulador o aduladora del cacique o del director de turno que te toque en suerte, no hay por dónde. Los españoles de talento emigran o se mueren de asco. Me disculpo por lo malsonante. Espero algún día poder expresarme con más claridad sobre este último aspecto, aportar pruebas, salir en la tele diciéndolo y que lo corroboren los miles de españoles decentes que sólo quieren hacer  bien su trabajo y se encuentran con grandes taponamientos y zancadillas por parte de sus jerarquías en la administración, en mi ámbito y en otros. 

En el Opus tuve el inmenso error de no interesarme por el "poder" sobre las demás. Cuando era evidente que se trataba de eso, una buena numeraria sale del centro de estudios al menos como secretaria de un consejo local y llevando charlas de otras numerarias. Y para ascender en la escala: caer en gracia a las jefas, ser una chivata y enterarte de qué va el tema. No me enteré. Ese fue mi error. Era evidente que ser directora de centro ya era un primer paso, es un escalón previo, pero no diré la palabra malsonante, es un nivel que no se lo deseo a nadie. Estás entre dos fuegos, las de arriba que exigen y las de abajo que lloran y a las que has de "hacer hacer" lo que te dicen las de arriba. Chungo. He conocido muchas dires de centro de numerarias muy muy quemadas.

Ser directora de la delegación  ya es un galón y además cómodo. En ese nivel sí se vive la vida. Decides, estás en la pomada, te sabes la vida y milagros de todo el mundo pero no tienes que hacer sufrir directamente, la tostada se la pasas al consejo local. Ahí sí mandas sobre cuerpos y almas, quizás ellas hacen mejores excursiones que las que hacíamos las numes de la plebe. No sé. Sólo una vez recuerdo un curso anual donde había muy pocas numes, éramos 12 en total, y algunas vivían en asesoría y, sólo por ser tan pocas es cierto que se vivía mejor que en las vacaciones masivas compartiendo con 50 mujeres. Qué dolor de cabeza y qué "impropio".

De todas formas no era ese mi interés por tu mensaje, sólo tenía una pregunta: ¿sabes si ese apellido Sánchez Bella fue así desde el principio o fueron ellos los don Florencio, Ismael y demás familia los que lo "compusieron"? me da curiosidad saber si también en eso imitaron a nuestro amado fundador.

Y quería añadir mi granito de arena al tema Sánchez Bella, conocí a don Ismael en la universidad de Navarra. Me propuso una tesis en historia del derecho, era su cátedra, sobre la iglesia en Perú. El proyecto no llegó a salir, no le puse mucho interés, pero bien que me leí la vida del obispo Santo Toribio de Mogrovejo que era la base sobre la que iba a realizar el trabajo. Ismael, una autoridad en la uni de Pamplona, el primero que llegó un buen día y se alojó en el hotel la Perla de la plaza del Castillo a principios de los 50. ¿Será la habitación lugar histórico? Ismael Sánchez Bella, un señor mayor muy sonriente, todo lo que sabría Ismael Sánchez Bella sobre el Opus Dei, sus orígenes y transformaciones, la universidad de Navarra, presente, pasado y futuro, la realidad y la fachada.... No lo quiero ni pensar la de secretos que ese señor se ha llevado a la tumba.

En cuanto a la hermana, la llamaban Aurorita. Algo típico en el Opus Dei seguir con los apelativos familiares que cuando una mujer tiene casi 70 son ridículos. Pero así es la familia escrivariana, conserva diminutivos de la infancia, y  no entienden que la familia si tiene que pagar un funeral múltiple no pasa la gorra como los artistas callejeros.

Me "encasquetaron" la charla fraterna de Aurorita en aquel curso anual. En cierta época de mi vida numeraril las directoras decidieron que mi "especialidad" serían las numerarias mayores, acabadas, enfermas con las que había que tener paciencia y mucho corazón. Nada más. Pero con las que no había nada que rascar apostólicamente ni que "chismorrear". Otra viejita encantadora en el mes que la traté, de las más encantadoras. Pero ya digo que tenía la enfermedad de la nume mayor. Imposible echarla del Opus Dei con ese apellido, era una institución.

Muy interesante los "hogares luminosos y alegres" de los que da buena cuenta Fueraborda, una vida dedicada full time al Opus Dei tiene esas cosas: Que los padres acaban desconociendo a sus propios hijos. Más de veinte años de numeraria te convierten en una extraña en tu propia casa, vuelves y eres la criada gratis, lo que mi hermano pensó para mí. Y tantas otras familias de ex numerarias planean y llevan a cabo con las "expulsadas". Una vez que coges el raíl de la esclavitud en la vida, ¡qué difícil sacudirse el chantaje emocional en el que nos educaron! Nos acostumbramos a ser el comodín de todo el mundo. Todavía a estas alturas he tenido una reciente experiencia que me ha llenado de inquietud.

Espero también que llegue un día en que todas estas cuestiones sean de público conocimiento y debate, porque lo merecen y son tan historia de España como las terceras e inevitables elecciones que se aproximan.

Saludos

Ana Azanza







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