A los 16 años pensaba que ya lo tenía todo hecho en la vida.- Jiménez
Fecha Monday, 19 September 2016
Tema 060. Libertad, coacción, control


Hace unos días Fuerabora invitaba a compartir las sensaciones de “aquellos (no) maravillosos años”.

A pesar de que ya pasaron algunas décadas desde mi salida, cuando vuelvo a mirar aquellos años me asalta una sensación de aburrimiento, agobio, hastío y falta de ilusión. Quizá he sido más consciente tras dejarlo que en el momento de estar, pero superada la efervescencia del “pitaje” y la ilusión de los primeros meses, la realidad del día a día opusino me impuso el convencimiento de que “ya lo había hecho todo en esta vida”. Y tenía 15 – 16 años.

Porque pertenecer a la obra sin dar problemas no es más que ponerte a las órdenes del director de turno y obedecer en todo. Muere la iniciativa, mueren los proyectos personales, muere la ilusión de construir una vida por ti mismo. El camino está perfectamente señalado y el buen miembro no tiene más que dar un paso detrás de otro dentro de esa senda que los directores, como buenos arrieros armados con palo en mano, ya se preocupan de que no rebases.

Siempre me hizo gracia cómo se vive la “obediencia inteligente” en ese mundo (bueno, lo que me hacía gracia es que a eso se le llamara “inteligente”), que se podría resumir así: “el miembro del Opus Dei piensa, obra, dice y siente exactamente como la Obra quiere que piense, obre, diga y sienta”.

Los también estipulados actos de "vida social" en los centros (tertulias, deporte, excursiones...) son tediosos parches que tratan de disimular el vacío de una existencia que ya no te pertenece. En este contexto, alguien puede sorprenderse de las depresiones y enfermedades mentales que abundan por esos lares?

Jiménez 









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