Carta a quien corresponda.- Spiderman
Fecha Friday, 16 September 2016
Tema 020. Irse de la Obra


¡Hola a todos desde el exilio berlinés!

Hace mucho que no escribo y el otro día, al enterarme de la muerte de María del Carmen Tapia, decidí que igual era el momento de escribir algo como pequeño homenaje.

Estoy siguiendo un libro de ejercicios para fomentar la creatividad que os recomiendo y que se llama "El Camino del Artista" de Julia Cameron. Me hizo gracia el título porque con el Camino de Escrivá acabé perdido y me daba pereza meterme en nuevos senderos. Pero como no tengo remedio, al final dije que sí. Sin duda hay que ser un artista para ser santo en medio del mundo y hay que ser todavía más artista para conservar la salud mental en la secta, así que lo de explorar mi lado artístico lo veo como una evolución natural de mi vida.

El hecho es que en el libro de ejercicios me proponían que escribiera una carta "a quien corresponda" denunciándole a los que hirieron a mi "niño artista interior". Me salió esto:

A quien corresponda:

Por favor, te pido que seas paciente con los hijos de Escrivá que no son felices y están enfermos. Son solo almas asustadas. Han heredado todos los miedos y fobias de su padre y están demasiado asustados para sacudirse todo ese lastre y probar cosas nuevas. Sus muros son demasiado altos. Simplemente se sienten totalmente incapaces de saltar esa valla, por eso se esfuerzan por sobrevivir dentro de esa distopía llamada Opus Dei. Por suerte tenemos un espacio de libertad dentro de nosotros que nadie puede cercar, un pequeño aliento de vida que la Ley no puede sofocar, un recodo del alma donde no alcanza la sombra de la Norma. Ese es el único mecanismo del que disponen para sobrevivir: refugiarse en lo que les queda de libertad interior. Ese es el único espacio por el que pueden viajar. Podrían explorar todo su universo interior y exterior, expandir su alma infinitamente, pero el miedo les mantiene paralizados, congelados, colapsando en un agujero negro de soledad y frustración. Tengo una enorme esperanza para todos y cada uno de ellos, porque la historia del nuestro universo nos enseña que toda la belleza de la que disfrutamos se originó precisamente del más profundo y oscuro de todos los agujeros. La gran explosión de energía que formó cuanto nos rodea se produjo tras el gran colapso. Esa es mi esperanza para mí y para ellos, basada en mi inquebrantable fe en que todo tiene sentido, en que el camino que parece abocar al precipicio es la pista de despegue para volar. Amar es volar. Su camino es un camino de Amor. El camino se acabará y solo quedará el Amor. Cada uno de ellos puede decidir cuándo acaba el camino y empieza el vuelo. Están profundamente convencidos de que la muerte es la única manera de acabar su camino y tienen razón. Su cuerpo lo sabe y por eso enferman, con la enfermedad del que prefiere morir a seguir viviendo. Ya sea porque su cuerpo finalmente sucumba a su alma y perezca o porque voluntariamente abandonen la secta no les queda otra alternativa que morir. No hay otra salida que la muerte de lo que han sido. Pero ellos están mejor equipados que nadie para tomar esa decisión. Solo tienen que recordar que han entregado toda su vida a Cristo, que precisamente es quien eligió morir para hacer nacer una realidad nueva. El carcelero tiene las llaves para la liberación. Y si cada uno somos Cristo que pasa, cada uno de nosotros somos nuestros carceleros y también nuestros libertadores. Cristo se angustió y lloró en el huerto antes de morir y cada uno de ellos se angustiará y llorará antes de morir. Muchos de ellos ya hace tiempo que, sumidos en la ansiedad y la depresión, han derramado las lágrimas necesarias, así que están mucho más cerca de la resurrección de lo que imaginan. Están a solo un NO de volar, que paradójicamente se convertirá en el SÍ más bonito de su vida. Darán ese paso convencidos de que mueren, pero en verdad abrirán los ojos un instante después y se darán cuenta de que el único que habrá muerto es su padre, Escrivá, que dispondrá de una alma menos en la que hacer perdurar su insaciable ego.

Spiderman









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