Acerca de las intervenciones sobre politica.- Aquilina
Fecha Friday, 22 July 2016
Tema 100. Aspectos sociológicos


Querida Agustina y todos,

antes que nada quiero aclarar que mis prolongados silencios en esta página no son causados por disinterés: cada lunes, miércoles y viernes espero la puesta al día hecha por Agustina para… ponerme al día yo también, leyendo con cariño, o con interés, o con ambos, las intervenciones de todos.

La página de Opuslibros, cómo es lógico, ha ido evolucionando, aunque sin perder su vocación inicial, pero a mí sigue gustándome, interesándome y a menudo emocionándome como el primer día, y sigo dando gracias a Dios por su existencia. Siempre reivindico con orgullo mi participación desde la primera semana de su existencia, y topar casualmente en ella desde esos primeros instantes es para mí la más cientifica demostración de lo cierto de la existencia de la sincronización...



Pero, después de haber participado a lo largo de años de formas tan largas y asiduas, sin ni proponérmelo, ha sido fisiológico y casi involuntario no volver a reiterar las mismas cosas y pasar a una participación más silenciosa, también por el interés de los testimonios de los nuevos participantes. A estas razones se añade la razón del paso del tiempo y de las dificultades de mi vida, que me crean dificultades al momento de recortarme algún momento para traducir en escritos mis opiniones y experiencias. Antes me salía tan fácil y tan rápido enviar mi participación a la página! Ahora se me hace más difícil pasar del propósito a la acción… Pero, precisamente por esta actitud mía de escucha partícipe que sigo teniendo, quiero ofrecer mi opinión acerca del debate de estos últimos días sobre los artículos políticos.

Es cierto que estos argumentos nos suenan un poco peregrinos a los no españoles. También creo que es cierto que si alguien nuevo, de dentro o de fuera del Opus Dei, se encuentra en su primera entrada en Opuslibros con las polémicas políticas de estas últimas semanas quizá pueda escaparse de aquí para no volver: este es un riesgo real que hay que evaluar al momento de decidir qué publicar y que no. Yo misma soy de las personas que evitan a toda costa empezar discursos de política, religión y deporte cuando me encuentro en grupo, por la certeza que tengo de que nunca las personas van a ponerse de acuerdo cambiando de opinión en estos argumentos, que a menudo se enfrentan desde los pre-juicios más bien que desde el razonamiento. Además conozco lo bastante de teoría de la Comunicación para estar enterada de que, hecho 100 las señales que recibimos del mundo exterior, de la realidad, de las razones de los demás, sólo llegamos a percibir un 20 –a lo máximo- y por supuesto cada intelecto tiene tendencia a seleccionar este 20 entre las razones con las que tiene mayor familiaridad, que está acostumbrado a reconocer como verdaderas, reales, objetivas,… y esto explica como cada uno puede quedarse con sus certeza preguntándose cómo es posible que los demás no las vean con la misma claridad.

Lo que quiero sugerir es que estas reflexiones acerca del influjo del Opus Dei sobre la vida política y social no son tan desacertadas. A mí me parecen acertadas las reflexiones de Dioniso acerca de que, “además de la vertiente personal, el lado oscuro ha hecho estragos en la vertiente social”. El hecho de que la visión de la vida y las prácticas difundidas por el Opus Dei dejan secuelas críticas tanto en las personas como en el contexto social me parece incontrovertible. Y ambos los ámbitos son importantes. Además no hay que olvidar que estas distinciones de ámbitos –psicología, sociología, historia, política, etc.- tienen sentido sólo en vista de estudiar la realidad, pero sin olvidar que la realidad es una, no tiene separaciones estancos, y las consecuencias de unas actuaciones se transmiten de un ámbito a otro sin pedir permiso a los especialistas.

Si esto puede ser aceptado, entonces el problema se queda en la cantidad: si es cierto que la discusión política no es el tema central de la web, creo que en cambio es aceptable una discusión acerca de las influencias entre origen y desarrollo del Opus Dei y la España de la época. Más aún: ayuda a comprender mejor el fenómeno Opus Dei. Pero sólo si se guardan las proporciones, si el argumento no llega a monopolizar la página y si los participantes tiene la prudencia y la sabiduría de no llegar al enfrentamiento personal. Quizá puede entenderse mejor lo que defiendo si imaginamos que, por alguna razón, las intervenciones en la página se van monopolizando sobre la utilización de la mortificación corporal. Aunque me imagino que en la iglesia queda ya sólo el Opus Dei a utilizar estas prácticas, y por lo tanto el tema se refiere estrechamente al Opus Dei, la exageración en quedarse en este tema particular le quita significado al tema mismo y quizá pueda alejar a quien se acerca con interés a esta página.

Y aquí sale a relucir el papel insustituible de la moderadora de la página, de Agustina, que tiene la responsabilidad, nada envidiable, de dirigir el tráfico de las intervenciones aún a riesgo de ser tachada de censurar, demasiado o demasiado poco. Hasta ahora lo ha hecho tan bien, tan bien, que creo que es imposible hacerlo mejor, y que seguirá haciéndolo de la misma forma. Y aprovecho para agradecérselo.

Un recuerdo cariñoso para todos vosotros, los que conozco personalmente y los que conozco sólo por vuestros escritos,

Elena (Aquilina)







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