Que los directores se den cuenta del mal que hacen.- Rocaberti
Fecha Monday, 04 July 2016
Tema 125. Iglesia y Opus Dei


Amigos:

He leído algunos comentarios sobre las relaciones entre el franquismo y la Obra. La verdad es que durante mi estancia en esta organización nadie mi hizo ninguna apología de Franco. En los altos niveles de poder debió haber apoyos mutuos, pero la tropa no fuimos adoctrinados en los principios del Movimiento. Sin embargo, el ambiente de aquella España franquista fue un buen catalizador para fomentar vocaciones: carencia de espíritu crítico y veneración por el Caudillo, rector del país, al que nadie podía criticar ni pedir explicaciones.

 Igual que en la Obra, Escrivà actuó como caudillo: sólo él fue depositario de la revelación divina sobre la naturaleza de la Obra; creó un sistema de poder piramidal absoluto, apoyado en el control de las conciencias, especialmente de los numerarios, que eran los que importaban, pues los demás eran la tropa.

Escrivá fue un hombre muy complejo, sin escrúpulos, para él lo importante fue su Obra, a la que no tuvo reparo en llamar Opus Dei, como si el nombre hiciera la cosa. Para asegurar que algo es obra de Dios no basta la palabra de un hombre, por muy seguro que esté de sus iluminaciones. En el rastro que está dejando la Obra se mezcla el bien y el mal, como trigo y cizaña. Han podido hacer mucho bien, pero también han hecho mucho daño a muchas personas, y lo más grave es que a los directores no les importa. Es una organización que anestesia la conciencia individual, para adquirir una conciencia colectiva, en que el bien y el mal no es fruto de un juicio individual, con la total responsabilidad del individuo, sino de las indicaciones de los directores.

Para mí es lo más terrible del Opus Dei: confundir la voluntad de Dios, con la voluntad de los directores. Esto lleva a que todo el andamiaje de la Obra se apoya en la mentira: se miente sistemáticamente, llegando a ser la mentira parte integrante de su espiritualidad.

Recuerdo un buen amigo que me dijo: "todo es mentira". Deseo que los directores hagan un examen de conciencia y empiecen a darse cuenta del daño que hacen, no vale el exabrupto de Escrivá de mandar a todos los disidentes al infierno y desearles todo tipo de desgracias. No se puede ser santo si no se es bueno.

Un abrazo
Rocaberti









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