Me alegro Austral de que te agradara el documental sobre los niños huérfanos "o no" del franquismo acogidos en instituciones que tantos recuerdos y añoranzas puede suscitar en ex Opus Dei. Hijos de divorciadas no había, el divorcio en España no llegó hasta 1980 más o menos. Hijos de madres solteras, de represaliados, de "rojos", a los que se les recordaba constantemente la condición ideológica de sus padres que hacía de ellos niños indeseables y escoria...
Sugiero otro documental también en You Tube sobre abusos sexuales en la iglesia católica. Más que nada para comprobar en qué consiste el clericalismo y a qué extremos perniciosos puede llegar. Los niños criados en el catolicismo que más tarde crecemos y somos adultos criados en el catolicismo, rodeamos al cura de un halo de santidad "por su cargo y posición" del que no se debería rodear a nadie. Dado que el cura imparte los sacramentos, eucaristía, perdón de los pecados en especial, confundimos la santidad de esos ritos en los que tenemos fe con la santidad de la persona que los imparte.
Que esto no es un asunto local de España o de América se comprueba en que los escándalos de curas pedófilos estallaron por todos los países donde hay católicos: USA, Irlanda, Alemania....
El cura es perfecto, el papa es perfecto, el obispo es perfecto son distorsiones propias del pensar católico. Hay un experto en el vídeo que denomina "herejía" a la creencia de aquello que siempre nos han enseñado sobre el sacramento del Orden "que imprime carácter", y que incluso en el más allá se distinguirán los curas de los simples bautizados.
Tras este vídeo una se pregunta si quedaran curas para ir al paraíso, porque ser cura es el perfecto paraguas o disfraz para el depredador sexual o dinerario, o depredador en general. El sistema del clericalismo selecciona, protege y defiende al delincuente.
Aporto todo este material para situarnos de qué va la iglesia real, la jerarquía real, no esa iglesia ideal y jerarquía ideal en la que nos hicieron creer y adorar. De cara a las denuncias que hemos hecho o intentado hacer y que intentaremos seguir haciendo dentro del catolicismo del "Opus Dei" viene bien observar que la iglesia especialmente sus jerarcas, no el pueblo llano que no dispone de mando, en la mayoría de las ocasiones no están dispuestos a mover un dedo por la verdad, la justicia, la reparación.
Es lamentable haberlo descubierto tan tarde, pero los obispos se preocupan del "cargo y posición" que ocupan, de seguir ascendiendo en el escalafón o por lo menos no descender. Los rasgos de personalidad para ascender en dicha jerarquía no coinciden precisamente con los indispensables para mantener la lucha por destapar casos de corrupción. Los prelados han reaccionado empujados por la justicia civil. Lejos de ser un modelo de comportamiento, han ido por detrás de los tribunales, acosados por las enormes sumas de indemnización que han tenido que pagar a las víctimas.
En el documental aparece otro aspecto de la cuestión particularmente terrible y es que en varios países los curas depredadores actuaban sobre niños sordomudos porque no iban a contárselo a sus padres, o era más difícil ya que en muchos casos los padres no conocían el lenguaje de signos.
Me ha impactado otro asunto que sacan a relucir algunos de los implicados y que como es natural encontramos a menudo en el "Opus Dei": la creencia de que las buenas intenciones purifican el comportamiento. Se corrompe a los niños por una causa noble, para salvar su alma, para "domesticar las tendencias homosexuales" que se observaban en los pequeños. Las justificaciones para el delito son de ese calibre.
Otro asunto que merece comentario es la historia concreta del caso del internado de St John en Milwaukee que es el hilo de todo el reportaje. Los avatares que sufrieron los niños allí internados, los pasquines que improvisaron para repartir a los parroquianos, cómo fueron al obispo a principios de los 70, lo que ocurrió en el Palacio episcopal, cómo el caso llegó a la nunciatura, más tarde a Roma, qué ocurrió en cada una de las instancias. La mentira y la cobardía trufan las actuaciones de los dirigentes.
Se alude al padre Marcial Maciel, el cura mejicano del que nos decían en el Opus que era un imitador de Escrivá. Sale su doble vida al tiempo que su capacidad para convencer gente rica y obtener ríos de dinero tanto para su particular legión como para la iglesia católica. El pedestal en el que Juan Pablo II tenía a este mejicano de pro hizo imposible actuar contra él, hubo que esperar a la muerte del Papa polaco para imponerle una vida "de penitencia". Es interesante el papel de Ratzinger, durante tantos años el jefe de la Congregación para la Doctrina de la Fe y que en determinado momento decide que todos los casos han de pasar por su mesa. Cada cual que piense lo que quiera sobre lo que Ratzinger dijo e hizo a lo largo de tantos años, hay variaciones.
Ahora que el propio Ratzinger ha reconocido en una entrevista que había un lobby gay en el Vaticano cuando él llegó y que intentó echarlo abajo, es del máximo interés enterarse del funcionamiento real de la iglesia. En mi opinión, el momento cumbre del reportaje llega cuando el cura pedófilo que lleva 30 años molestando niños impunemente, chantajea al obispo "gay practicante" emparejado con sacar a relucir su relación si se atreve a denunciarlo en Roma. De veras que no entiendo por qué determinados clérigos no cierran la boca de una vez con el tema de los homosexuales. Lo mejor que podrían hacer es dejarlo estar. Por mi parte prefiero un obispo gay con unas relaciones adultas que un cura molestador de críos sordos, si es que hay que hacer algún tipo de clasificación. Y lo prefiero a la hipocresía de dar la matraca con el asunto cuando se sabe y cada vez sabemos mejor que la profesión de cura, fraile, nume, célibe cualquiera por el reino es el refugio ideal hoy y ayer para las personas con ese rasgo de personalidad. No se deberían generalizar exigencias que no son para la generalidad de la población, nos pongamos como nos pongamos.
Todos estos sucesos penosos tienen mucho que ver con la rapidez y celeridad que se dieron para beatificar a Juan Pablo II, el protector de Maciel.
Y me detengo en ello puesto que si los numerarios teníais a las numerarias y numerarias auxiliares por una especie de remedo de la "inmaculada concepción", lo mismo nos pasaba a las numerarias con los curas, yo al menos y es lo que ví a mi alrededor, tenía a todo el clero por el hecho de llevar sotana en un "apartado especial", no eran seres humanos como los demás.
El documental es largo y tendido, merece la pena.
Las luchas por la verdad y la justicia que culminan en victoria empezaron por acciones ridículas, hace 40 años. Hoy las cosas han cambiado en este terreno de los abusos a niños dentro de la iglesia.
Ana Azanza
