La elegancia del opus Dei.- Gata4
Fecha Wednesday, 21 July 2004
Tema 900. Sin clasificar


La elegancia del opus Dei

Yo no soy miembro del opus Dei en ninguna de sus modalidades. Eso sí, lo fui en la modalidad de numeraria. Ahora soy una de ese puñado de personas maduras que pretende decir lo que piensa que el opus Dei significó en su vida, con elegancia y sin buscar culpables. No necesito ninguna justificación para mi vida después del opus Dei. Mi vida desde entonces ha sido muy feliz. Somos las personas felices ahora, que tuvimos que irnos del opus Dei porque no nos hacía feliz, las que participamos en esta Web intentando que nadie más sea infeliz a causa del opus Dei.

Este espacio se creó para lo que dice en la entrada, no para hablar de fútbol o para hacer amigos. Por tanto el que entra aquí sabe lo que se va a encontrar. Eso sí, no basta con hacer un repaso a la página para darse cuenta de lo importante. El conocer la Web y conocernos a los que escribimos en ella, no está al alcance de cualquiera. Se requiere un mínimo de sentido común, de transigencia, de comprensión, me atrevería a decir incluso de inteligencia para llegar a la esencia de lo que es. Si alguno no tiene esas cualidades, yo misma me ofrezco a hacerle de guía por el sitio. Ya le enseñaré los lugares imprescindibles para entenderlo.

El opus Dei hace tiempo que en el debate entre esencia y apariencia se ha decantado por la apariencia. "Eres lo que pareces" es su lema. Y quiere dar apariencia de elegancia. No son elegantes. Para darse cuenta sí nos basta con dar un repaso simplemente a los correos de ayer. Una persona perseguida en su trabajo por dos del opus. Otra que fue expulsada por homosexual de mala manera, ahí ni siquiera dieron la apariencia de elegancia.

Elegancia del opus Dei debe ser la del político local madrileño (numerario del opus Dei) que despidió a una empleada, pagada con nuestros impuestos, por quedarse embarazada después de separarse. Es elegante respecto a algunos políticos musulmanes africanos que en la misma situación la hubiesen lapidado. Pero aquí quien demostró la altura humana es nuestra justicia al fallar a favor de la despedida. Dicho político tuvo que dimitir, con apariencia poco elegante, por cierto.

Elegante es ese "fiel supernumerario" con el que trabajo que hace años estuvo medrando para alcanzar un puesto que no merecía y actuando para ello en contra de sus compañeros y que ante las críticas respondía: "me lo ha dicho mi director espiritual". Las risas de quien tenía que decidir sobre es puesto (yo), todavía se oyen en el edificio en noches de luna clara.

Elegancia la de aquel numerario ante los miembros de un tribunal de oposición a cátedra de universidad a la que aspiraban dos personas, una numeraria y un numerario. Los argumentos esenciales para que le dieran la plaza era que él era hombre y no tenía las obligaciones de ella. Esta historia también terminó bien. Ella es ahora catedrática y él no. Ella está fuera del opus ahora y él... pues ni idea.

Elegancia la de aquella numeraria que aconsejó a una supernumeraria que no asistiera a la boda civil de uno de sus hijos el mismo día que el entonces vicepresidente del gobierno se casaba civilmente también, retransmitida la boda por todos los medios de comunicación y con asistencia en primera fila de ministros de ese gobierno de vocación supernumerarios.

Elegancia también la de aquella subdirectora de mi centro. Una amiga y compañera de mi clase pidió la admisión algo después que yo. Llegado el momento de hacer la oblación decidieron que dejara el opus. Con mucha elegancia, pero la echaron. Los meses anteriores a mí me preguntaba mucho por ella la directora. Era una persona que estaba encantada con ser numeraria. Por su propia iniciativa, seguiría allí. Cuando se fue, me lo explicó la directora con pelos y señales pues yo seguiría en contacto con ella. Si me informó a mí (adscrita y con 16 años), ¿qué no haría con la subdirectora del centro y miembro por tanto del consejo local? Una tarde estuvimos por un plan apostólico con varias amigas de la clase, ésta ex, la subdirectora en cuestión y yo. Pues bien, de camino al centro ya a solas, esta subdirectora me dijo: "como se nota la infidelidad, hasta físicamente. ¿Te das cuenta que fea está?". Elegante, muy elegante.

En fin, que sí que aquí pueden escribir todo tipo de gente defendiendo lo "buenísisimo" que es el opus. Y que los "orejas disponibles" cada día son tan elegantes que se lo van a publicar. Parece que muy, muy resentidos no están. Pero el tema nos empieza aburrir.

Saludos cordiales,
Gata4







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