Aunque nunca estudié ni enseñé en ellos, me he permitido intervenir en este foro a cuento de los colegios de Fomento (léase del Opus Dei). No voy a negar que en bastantes casos pueden ser técnicamente buenos y, además, cumplir con las aspiraciones que las familias cristianas tengan, siempre que se lo puedan permitir, claro está.
Pero la cuestión capital, por lo que veo, sigue residiendo en la misión proselitista que a esos colegios se impone, lo que puede plantear a padres y, sobre todo, a chicos importantes problemas, de los que en esta web sobran testimonios. Mientras eso siga siendo así, no tiene sentido discutir más.
Pepito.