De los niveles de conciencia: El sufrimiento.- Yo
Fecha Wednesday, 13 April 2016
Tema 900. Sin clasificar


Queridos lectores: en este pequeño análisis de los niveles de conciencia en los miembros del Opus Dei, vistas y comentadas, la vergüenza, la culpa y la apatía, hoy nos situaremos en un nivel con algo más de energía positiva – o menos de negativa - , como prefiráis adjetivarlo.

Nos situamos en un nivel logarítmico 75 en el que el sentimiento predominante es el SUFRIMIENTO (De Hawkins, 1995, 2012).

Las personas que transitan en sus pensamientos, sensaciones y emociones, en este nivel, adolecen del gozo y se centran en pensamientos de sufrimiento. Son personas trágicas, desdeñosas, con remordimientos y un gran desánimo. Se acumulan la impotencia, la pérdida, el pesar, desesperación, tristeza, depresión. Sentimiento de ser un perdedor: “no puedo seguir”

Al tener un mayor grado de energía positiva, propia o robada de las personas del entorno, la conciencia puede actuar ya que la mayoría de estos actos son plenamente deliberados y/o voluntarios. Es frecuente entre los numerarios/as y agregados, pulular en estos niveles aun cuando no los exterioricen, muchas veces por el miedo a que dirán, lo cual nos llevaría al nivel superior (escala 100) en donde momentánea o permanentemente el individuo está acosado por el miedo.

Las personas, para poder curar nuestro pasado debemos primero descubrirlo y aceptar que no fue del todo bueno. Es decir, descubrir nuestras sombras. Sólo una vez descubiertas y aceptadas podremos conseguir suficiente energía como para saltar a un nivel superior.

Este es el nivel de tristeza, pérdida y dependencia. La mayoría de nosotros lo hemos experimentado por algún período de tiempo, pero aquellos que permanecen en ese nivel, viven una vida de lamentos y depresión constante.

Este es el nivel del duelo, el luto y remordimiento crónico por el pasado; es también el nivel de los perdedores habituales y el de los jugadores crónicos que aceptan el fracaso como parte de su estilo de vida, a menudo perdiendo trabajos, amigos, familia y oportunidades, así como dinero y salud.

Grandes pérdidas precoces en la vida pueden convertirlo más tarde en una persona vulnerable a la aceptación pasiva del sufrimiento, como si la congoja fuera el precio de la vida. En el Sufrimiento, uno ve tristeza por todas partes: en los niños pequeños, en la vida misma. Este nivel polariza toda la visión de la existencia. Parte del síndrome del Sufrimiento es la noción de que lo que se ha perdido, o lo que eso simbolizaba, es irremplazable. Hay una generalización en este sentido, de manera que se cree que la pérdida de un ser amado equivale a la pérdida del amor mismo. En este nivel, un tipo de pérdida emocional de esta categoría puede desencadenar una depresión seria o hasta la muerte.

Aunque el Sufrimiento es el cementerio de la vida, por lo menos tiene más energía que la Apatía. Por lo tanto, cuando un paciente apático traumatizado comienza a llorar, sabemos que se está mejorando. Una vez que empieza a llorar, comerá de nuevo.

Yo









Este artículo proviene de Opuslibros
http://www.opuslibros.org/nuevaweb

La dirección de esta noticia es:
http://www.opuslibros.org/nuevaweb/modules.php?name=News&file=article&sid=23845