Colegios de Fomento.- Pepito
Fecha Monday, 14 March 2016
Tema 100. Aspectos sociológicos


Si no me equivoco –y en caso contrario ruego se me corrija de inmediato-, los colegios de Fomento no están acogidos al régimen de conciertos del Estado con la enseñanza privada. Los motivos me temo cuáles son. El primero y principal aquello que tanto repetía nuestro santo preferido, siempre tan bien pensado, de “entre santa y santo, pared de calicanto”; o lo que se nos ha contado que proclamaba al respecto Hernández Garnica, al parecer también camino de los altares: “Piensa mal y te quedarás corto”. Y es que, claro, la legislación de los Conciertos Educativos en España prohíbe la separación de los alumnos por sexos (dogma que, por cierto, también requeriría discusión y que revela el espíritu radical aplicado en su día por los legisladores socialistas); y, claro, el adaptarse a tal legislación exigiría que en esos colegios chicos y chicas compartieran aulas. Ahora bien, ¿con qué profesores?

Por supuesto, pas question de que profesores numerarios enseñen a mozuelas que ya empiezan a ser mujeres (como durante tanto años hicieron en los Institutos Femeninos tantos catedráticos varones sin mayores problemas). Y tampoco, por supuesto, se plantean que profesoras numerarias mantengan a raya a mozalbetes a los que ya les apunta la barba, como siguen haciendo no pocas monjas bien bragadas. Y así resulta que la única tercera vía sería un profesorado en que convivieran numerarios y numerarias: precisamente el vade retro y abominación de nuestro Monseñor.

Así están las cosas, según creo, y vale la pena meditar sobre sus consecuencias. Por de pronto, la de que Fomento, al ser de pago, y al contrario que la mayoría de las órdenes y congregaciones religiosas, más atentas al mundo en que vivimos, renuncia a llegar a una buena parte de la sociedad española y cristiana, que solo dispondrá de las beneméritas catequesis para la enseñanza religiosa de sus hijos (pues la de los colegios del Estado, en general, vale poco). Pero además de ser de pago, los colegios de Fomento son de mucho pago, lo que me temo que tiene ahogados a muchos padres afines, adictos o lo que sea, que mal pueden pagarlos.

Los señores de Fomento debieran meditar sobre esas maledicencias, sí, pero bien documentadas, de Monseñor, cuando decía más o menos que las órdenes religiosas, abandonando su carisma inicial habían acabado poniendo colegios con los que sacar dinero. En fin, menos mal que los colegios de Fomento solo tienen con el Opus Dei el vínculo de un compromiso de “dirección espiritual”.

Pepito









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