Hola,
El caso Gaztelueta vuelve a ocupar a Opuslibros. No tengo ni idea de derecho, y menos aún sobre derecho canónico así que malamente puedo decidir quién tiene razón o no, si Josef K, Jara o Gervasio.
Por lo que yo he entendido, me parece que el Papa no obró mal al encargar el caso a la Congregación para la Doctrina de la Fe (que se las trae el nombrecito) sino que por un lado no les dio instrucciones claras sobre la apertura de un proceso penal, y por otro lado (lo más grave) no supo orientar bien a la familia. En eso se dejó llevar por un apasionamiento que es muy humano, pero que probablemente nos lleve a malas pasadas como la que estamos viviendo. La Congregación es una camarilla más del Vaticano, y ahí las redes de intereses, especialmente de quien tiene dinero, son espesas y las casualidades suceden día sí y día también.
Estoy plenamente de acuerdo con Jara en que la familia está mal aconsejada y espera demasiado de una institución como la Iglesia. Aunque pudiera, la Iglesia no va a hacer nada físico contra el presunto agresor. Para eso está el Estado y el sistema judicial. La Iglesia podrá como mucho ¿excomulgarlo? ¿Prohibirle dar clase de religión? ¿Meterlo en una lista negra de profesores indeseables? Pero nada más. Y al fin y al cabo, no hará nada contra el colegio Gaztelueta, porque que yo sepa en los pecados no hay responsable civil subsidiario.
Como afortunadamente en España hay semblanza de Estado de Derecho y separación de poderes, la instrucción de estos casos corresponde a las autoridades civiles, quienes deben instruir el caso y darle solución si procede condenatoria. Eso se lo debería haber indicado el Papa a la familia: ustedes denuncien ante el juez, que yo me encargo de lo mío. Y punto. En eso estoy completamente de acuerdo con Gervasio: la decisión del Vaticano de cerrar el caso, por el motivo que sea, antes que el juez es temeraria e imprudente.
La iglesia tiene un aparato represivo contra los herejes, teólogos radicales, curas obreros, profesoras de religión divorciadas y así. El resto no lo puede tratar porque ni tiene separación de poderes, ni sistema judicial, ni policía propia... e igual tenían que hacer una redada en casa antes de salir a la calle.
Es más, el Vaticano ha sido duramente criticado por los materiales que ha sacado sobre abusos infantiles, que dicen que los obispos "NO están obligados a informar a las autoridades civiles de estos casos" . Chúpate esa. Podrá el Papa dar toda la matraca que quiera, va un obispo chungo y te saca ese manifiesto y te deja en bombachos. Como es de imaginar, en el Vaticano están a tortas porque es una lucha por la supervivencia.
Por no decir que las autoridades eclesiásticas no acaban de darse cuenta de que este tema va a hundir a la iglesia católica, quizás para siempre. Como ejemplo, el cardenal Pell, actual ministro de finanzas del Vaticano, mano derecha de Francisco. Este buen señor, en cuya diócesis australiana se dieron algunos de los casos peores siendo arzobispo a) no se dignó a ir a Australia para declarar b) dijo que no se había enterado de nada c) dijo que no le preocupaba en ese momento d) que no estaba dentro de su misión en aquel momento meterse en esos líos. Genial.
Vamos, si con estos antecedentes todavía os quedan dudas sobre lo que se puede esperar de esta gente... Lo siento por la familia. Como a Gervasio, también me duele el escándalo que la Iglesia está dando con estos temas. Si Jesús volviera, tengo claro que se iba a poner de bastante mal café.
Que Dios os guarde.
Ramón
