Monseñor no era el único.- Ramón
Fecha Friday, 29 January 2016
Tema 115. Aspectos históricos


Estimados Amigos:

Está muy bien la descripción del maquillaje histórico que hace la Opus Dei sobre el turbo santo marqués de Peralta, sus películas y apariciones estelares. Me gusta mucho que nos hayamos podido enterar de la forma en que se "autorizaron" los pantalones a las mujeres del Opus Dei. Todo ello revela que los peores augurios de George Orwell sobre 1984 se podían cumplir, incluso a escala ramplona y de andar por casa, algo como de dar risa... si no fuera por el sufrimiento que ha llegado a causar en tanta gente.

Ahora bien, yo como sabéis, opino que el marqués accidental y su doctrina no son más que un ejemplo de cosas que en la iglesia católica son o han sido normales, y que incluso muchos obispos y curas apoyan o apoyarían si pudieran. La condición de la mujer es una de las cosas más evidentes y lamentables. Que Escriba se riera de las mujeres con pantalones, de sus formas, que afirmara que no era preciso que tuvieran inteligencia, no es más que un ejemplo de la ideología de la Iglesia en aquella época y el régimen nacional católico, en los que se educaba a la población.

A los que no me crean, les recomiendo el libro "La morena de la copla" de J. Eslava Galán (autor de libros como "El florido pensil"), que hace un repaso de las barbaridades sobre las mujeres que decían los portavoces del nacional catolicismo entre 1936 y 1976:

"A la mujer española, esa de ojos oscuros y penetrantes, cuerpo sinuoso y grácil, que cantaban las coplas, se la educó para que asumiera su inferioridad, eso sí, alentándola con el argumento de que era mucho más femenina que la de países en plena decadencia espiritual."

Mi madre, la pobre, tuvo que soportar junto con sus amigas que la insultaran los catedráticos de camisa azul por estar en la universidad, que los curas predicaran que la mujer no podía andar en bicicleta para no pervertirse o perder la virginidad, aceitera, aceitera, aceitera. Eso lo vivía toda España, y el turbo santo no era alguien que estuviera fuera de ese ambiente.

Lo mismo se puede decir del uso de la mentira, la calumnia y la difamación de aquellos que no encajaban o iban en contra de las ideas o el statu quo promulgado por la iglesia católica: librepensadores, socialistas, ateos, masones... Todos ellos eran sistemáticamente denigrados ante la opinión pública. No es de extrañar que desde la Opus Dei se denigre de la misma manera a los que se van, no quieren entrar o no entienden a la Opus Dei. Nada de ello es nuevo.

Otro tanto puede decirse de la música con guitarras en las iglesias: en lugar de ver una aproximación a los tiempos, un intento de hacer una liturgia menos envarada, la cosa era demonizar las formas sobre todo si los temas musicales eran "protestantes". Eso lo he vivido yo durante años. Yo mismo he sido de esos. Imaginemos al rey David tocando el arpa y bailando en torno al arca de la alianza...

Es cierto que gracias a Dios la iglesia ha cambiado mucho y que probablemente no reconoceríamos aquella iglesia que creó y amparó a Escriba, pero - y con esto no le exculpo - seamos conscientes de que él era uno más, y probablemente ni siquiera el que más o peor largaba sobre esos temas. Muchos de ellos todavía colean para mal.

En fin, que Dios, que nos perdona las gilipolleces que hacemos en su nombre, os guarde.

Ramón









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