Nada más leer la respuesta de Fanzio, Vicario general del Opus Dei, sobre lo que sentía sobre los que habían abandonado la obra, me vino a la mente la famosa frase que da título a este escrito. Dice que ha "mejorado la sensibilidad”. Quizás a Antonio Esquivas y a muchos otros se vean correspondidos: ¡es hora de que demuestren lo que dicen! ¿Quizás antes no sabían que las personas eran de “carne y hueso”, tal como insinúa el alto responsable de la Prelatura?
En todo caso el vicario se desenvuelve muy bien, se despacha con la desfachatez e hipocresía habitual, dando a entender que los que se fueron es como si se hubiesen divorciado y por ende cometieron un grave pecado. Fuimos traidores, unos Judas como dejó dicho Del Portillo; la sentencia quedó esculpida y eso no podrán cambiarlo nunca, bajo grave amenaza del beato.
No deja de asombrarme la capacidad que tienen para convertirlo todo en su propio beneficio e interés, siguen creyéndose el ombligo del mundo aun estando más pringados que nunca y en franca decadencia. Supongo que es lo que les queda, un falso orgullo que suplante la verdad y de paso proporcionar alimentación asistida a los pocos y desunidos supervivientes de lo que realmente son, una secta.
Manzano