La víctima, un joven que ahora tiene 18 años
La Fiscalía se personará como acusación en el presunto abuso sexual de Gaztelueta
El joven presentó una querella hace tres meses y el Papa ha solicitado abrir juicio canónico contra el profesor y el centro
Marta Hernández - Sábado, 3 de Octubre de 2015
Leioa - La Fiscalía Provincial de la Audiencia de Bizkaia se suma a la instrucción judicial del caso Gaztelueta y, además, se personará como acusación en el procedimiento abierto tras la querella criminal interpuesta por un joven que acusa de abusos sexuales a un exprofesor del centro del Opus Dei en Leioa. El Ministerio Público entra en acción después de que el Papa Francisco haya solicitado que se instruya juicio canónico contra el docente y el colegio...
La Fiscalía, de esta manera, pasa a apoyar e impulsar la investigación a desarrollar tras la aparición de “nuevas pruebas, como informes periciales y psiquiátricos, que corroboran e incrementan la gravedad de los hechos”, admite el fiscal general del País Vasco, Javier Calparsoro. Este suceso se remonta al curso educativo 2008-2009, cuando un alumno de 12 años de Gaztelueta sufrió, supuestamente, abusos sexuales por parte de su profesor de Religión. Según relataron los padres a DEIA en enero de 2013, ellos no se enteraron de lo ocurrido hasta mayo de 2011. En palabras de los progenitores, el joven “explotó” y les contó que fue víctima de abusos sexuales y también de acoso escolar, infligido por algunos de sus compañeros. Entonces la familia denunció lo acontecido ante la Inspección de Educación del Gobierno vasco y, después, se inició un procedimiento en la Fiscalía de Menores del País Vasco. El Ministerio Público abrió diligencias de investigación y terminó archivando el caso “de manera provisional por falta de indicios”, según señalan fuentes judiciales a este periódico. Durante el proceso se tomó declaración al profesor, al director del colegio, al joven, a los padres y a los abuelos. Por su parte, Gaztelueta emprendió por su cuenta “una investigación exhaustiva que no evidenció pruebas que refrendaran las acusaciones contra el docente”. Ahora, hay un nuevo giro en el caso con la querella criminal y la suma de la Fiscalía a la instrucción judicial. Además de la relevante irrupción del Papa y su petición de que se instruya un juicio canónico al educador y al centro escolar.
Cuando la supuesta víctima tenía 16 años, los progenitores no acudieron a los juzgados porque el menor se encontraba “en estado de shock postraumático”, y según el psiquiatra que le trataba, no era “capaz” de afrontar un proceso judicial, tal y como describían los padres a DEIA. Sin embargo, hace tres meses, el joven acudió a los juzgados de Getxo a interponer una querella criminal. Fue algunos meses antes, en diciembre de 2014, cuando el Papa respondió a una carta que el padre del chico le había mandado y en la que exponía todo lo sucedido. Francisco les respondió justo antes de la Navidad del año pasado con una tarjeta manuscrita en la que le agradece su carta y la documentación adjunta, al tiempo que pide al padre que le “sienta cercano” con su oración. “Además, hoy mismo envío la documentación a la Congregación para la Doctrina de la Fe para que instruyan el juicio canónico al educador y al colegio pero sin molestar al chico”, se puede leer en la carta.
La posición del colegio El director de Gaztelueta, Imanol Goyarrola, colgó ayer un comunicado en la web del centro escolar en el que refleja que “si alguno de los hechos” se demostrara cierto, “merecería una condena total” por su parte y asegura que “junto a la familia, somos los primeros interesados en que se esclarezca toda la verdad”.
El máximo responsable del colegio del Opus Dei defiende que “en todo este tiempo” ha sido “muy doloroso” comprobar el sufrimiento del antiguo alumno y de su familia, “a quienes reitero nuestra cercanía y nuestro compromiso para llegar a la verdad de los hechos”. Goyarrola sostiene, además, que ha querido mantener el contacto con los padres del exestudiante, “aunque ellos prefirieron romper la relación”, matiza.
Por otro lado, el director del colegio hace alusión, en su nota, a las investigaciones que se llevaron a cabo en el pasado. “Todas las instancias concluyeron que no había elementos suficientes para mantener la acusación contra el profesor y archivaron el caso”, destaca el portavoz de Gaztelueta, que insiste en que el docente denunciado -un “educador laico”, como puntualiza el Obispado- también “ha colaborado con las autoridades y ha manifestado su deseo de poder defenderse ante los tribunales de unos hechos que considera completamente falsos”.
Sobre la petición del Pontífice de que se instruya juicio canónico al profesor y al colegio, Goyarrola desvela que el centro “no tiene ninguna noticia de las conclusiones de esta investigación”. Sin embargo, añade que “el Papa Francisco es una persona muy querida y admirada en el colegio y tenemos el mayor interés en secundar sus indicaciones. Todo lo que venga del Santo Padre será muy bien atendido”.
Según aparece en la web del centro, “Gaztelueta es una obra corporativa del Opus Dei”, cuya prelatura “se responsabiliza exclusivamente de la orientación cristiana”. El colegio busca “educar personas íntegras y autónomas, con un sentido cristiano de la vida, dotándolas de capacidad de pensar por sí mismas; facilitando el desarrollo de todas sus aptitudes intelectuales y forjando una voluntad que haga posible llevar a cabo las metas que libremente se marquen”. Para lograrlo, “una de las características fundamentales de Gaztelueta es que cada alumno tiene un tutor personal o preceptor que se ocupa de impulsar su rendimiento escolar y de ayudarle en su mejora académica y personal”, explica la página web.
“Amenazas” del Opus. La presidenta de la Asociación Contra el Acoso Escolar, Encarna García, confesó ayer que ha recibido “amenazas y presiones por parte de miembros del Opus Dei”, por haber respaldado a la familia de este joven, que supuestamente, sufrió acoso sexual y escolar. García denuncia que el “escaso apoyo” que directores y profesores de los colegios suelen dar a las víctimas de acoso escolar, pero en este caso, subraya, “fue aún más grave”. “Cuando los padres del menor contaron lo que ocurría, profesores y alumnos sometieron al niño a un acoso y una presión que le llevó a los padres a denunciar el caso ante el departamento de Educación y a decidir su salida del centro”, considera. Y ante esta situación, “miembros del Opus Dei o muy cercanos a esa organización continuaron con las presiones y las amenazas a esa familia” e incluso a ella misma.
Asimismo, García explica que ha escrito al ministro de Educación, Iñigo Méndez de Vigo, para solicitarle una reunión en la que le planteará cambiar el texto de la Lomce para evitar que niños que sufren acoso escolar o que padecen alguna enfermedad grave como cáncer o anorexia, tengan que repetir curso por suspender tres asignaturas.
Publicado en DEIA.com
