La Felicidad en la Obra.- Atlast
Fecha Friday, 02 October 2015
Tema 900. Sin clasificar


Conforme vamos llegando a la edad de Isabel Sala, que tiene 50 años, parecería que uno simplemente debe tener cierta antigüedad "perspectica" para entender e ir decantando no solo el mundo o la vida, sino el mismo Opus Dei. Así dicho cuando nos cierren en la cara la tapa del ataúd, el opus dei será un tema subjetivo, y personal, según el modo en que hayamos podido liberarnos de su influencia-o no-, aunque lo que ocurre en realidad es que a los muertos ya no les importa nada. Suponiendo, claro.

Luego para mí, que vivo, y con 50 años, el factum opusino me sigue pareciendo un horror bifocal, pues siguiendo los consejos de cualquier oriental, si la vejez no nos hace más clarividentes, al menos no debería volvernos ciegos. Que es lo que puede ocurrir en algunos casos. Aquí pasa pues que alguien no se ha quemado con leche y el refrán dice "el que se quema con leche cuando ve una vaca llora", no dice "sólo el que se quema", pero debería decirlo. O no, no sé.

Dicho esto me centraré en el punto de hoy. Se puede ser muy feliz en un colegio del opus dei pero esa felicidad tal vez no tenga que ver con el opus dei. O justamente esa felicidad surge del simple hecho de que aún dentro del opus dei se salvó del opus dei (buena noticia, entonces, es posible salvarse). Ya en marcha, afirmo que lo que ocurre en los colegios de la Obra es para analizar muy largamente, necesitaríamos sociólogos rusos o alemanes.

El Opus Dei caerá en algún momento de la historia, y se recordará en la historia de la Iglesia como se recuerdan en los manuales las cruzadas o la inquisición, o el asunto de los templarios, y esos breves horrores que la Iglesia Madre padece como un hijo bobo o un engendro.

Atlas









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