Ni tanto ni tan calvo...- Un cura
Fecha Friday, 25 September 2015
Tema 140. Sobre esta web


Buenas a todos. Hace tiempo que leo de vez en cuando lo que publicáis en la web. Y hoy me han entrado unas ganas tremendas de escribir y dejar mi granito de arena.

Hace algo más de un año fui ordenado sacerdote diocesano, y no, no soy miembro de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz. Tampoco voy a Círculos ni a medios de formación, aunque los sacerdotes de la SSS+ de mi diócesis me tratan muy bien. Soy párroco de varios pueblos en mi diócesis, y la verdad, estoy feliz de ser cura.

Fui aspirante de los 14 y medio a los 18. Mi familia tiene muchos miembros de la Obra, estudié en un colegio de Fomento y por supuesto que iba a un Club. Y no todo es tan terrible como contáis. Todo depende de la vivencia de cada uno.

Por supuesto que en la Obra hay gente, como decirlo, muy pero que muy mejorable (por no caer en la descalificación). Pero eso no es patrimonio exclusivo de la Obra. Y hay gente estupenda, y hasta santa (recordar que la santidad no es la impecabilidad, sino el volver siempre a Dios...).

Cuando leo algunos de los escritos que aquí se publican puedo ver gente herida en lo más profundo de su alma. Y rezo por ellos. Pero también veo gente que paga sus frustraciones y sus problemas con la Obra. Cuando uno siempre culpa a alguien de fuera de todos sus problemas, normalmente el problema lo tiene dentro de sí.

Por eso el título que he puesto a mi escrito. Ni tanto ni tan calvo. Podía poner muchos ejemplos de afirmaciones que se han hecho en esta web que son claramente exageraciones...San Josemaría Escrivá es santo, no es un maquiavélico manipulador de conciencias ni nada parecido. Es un santo aragonés, con algo de mala uva. Y ¿qué? Todos los santos tenían defectos, y eso no resta nada a su santidad.

En la obra se hacen cosas mal, ¿y? Si leéis algo de historia veréis que en toda institución de la Iglesia se han hecho siempre cosas mal. Pero el bien prevalece, y el espíritu de conversión ayuda a reparar las cosas que se hacen mal.

Todavía mantengo trato con muchos numerarios, agregados y supernumerarios. Y en muchos veo un sincero deseo de expandir el mensaje de Jesús y de la Iglesia. Y muchas veces se equivocan, como me equivoco yo en mis parroquias. 

Si realmente queréis curar heridas, os voy a dar una medicina que os puede ayudar, aunque no es fácil ni a veces agradable de tomar: el perdón cristiano. 

Si pensáis que todo lo que os hicieron fue a propósito y seguís en la queja continúa nunca seréis libres de aquello que os pasó. Pero si intentáis seguir el consejo de Jesús de "perdonar al enemigo", entonces la paz del Señor volverá a vuestros corazones heridos. Y doy el consejo porque el primero que ha tomado esa medicina he sido yo mismo.

Sigo rezando por todos aquellos que viven en el dolor y por los que por desgracia para ellos han perdido la fe. Ojalá puedan volver a la fe y a la comunión con la Iglesia.

Que Dios os bendiga

Un cura









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