De churros y merinos.- Haenobarbo
Fecha Friday, 04 September 2015
Tema 070. Costumbres y Praxis


Justi pregunta si es verdad que los Agregados se ordenan habitualmente en Torreciudad y los Numerarios en Roma.

Si, es verdad, no sé si habrá habido alguna excepción que confirme la regla. 

En esto de las ordenaciones ha habido variaciones: en los años de la “intención especial”, después de la muerte del fundador, todos empezaron a ordenarse en Torreciudad, pero en ceremonias separadas.  Se aprovechaba para invitar a oficiar la ceremonia a algún cardenal u obispo al que interesara hacer conocer las maravillas de la Obra en vivo y en directo, en una ocasión que reunía muchísima gente, todos en muy buen plan y muy contentos. El invitado a ordenar recibía desde luego las letras dimisorias correspondientes. En esta época también ordenaron algunos obispos numerarios, que ya los había.

Pero los numerarios en una ceremonia y los agregados en otra. También solía variar la calidad y procedencia del obispo celebrante.

Más adelante a raíz de una de las visitas de San Juan Pablo II a España, visita en la que iba a ordenar sacerdotes de diversas diócesis, el Opus Dei aportó con un número no pequeño de ordenandos numerarios. A partir de eso, cuando el Papa ordenaba sacerdotes en Roma, el Opus Dei le pedía que ordenara a los numerarios que se ordenarían ese año.  No puedo asegurar si el Papa ordenó a algún agregado en esas ocasiones.

Los ordenandos del Opus Dei solía ser algo así como la mitad y a veces más en relación con el total de los sacerdotes que ordenaba el Papa en cada ocasión: la otra mitad estaba formada por ordenandos romanos, no romanos, no italianos, religiosos etc., lo que daba lugar a cuchicheos y habladurías, incluso en la propia curia romana, que cuchicheos y habladurías hay en todas partes. 

Ya para entonces el prelado era obispo – titular-  que no obispo prelado por si acaso, que eso no existe, y por lo tanto podía conferir el sacramento del orden, entonces a los diáconos numerarios los ordenaba él en la iglesia de San Eugenio.

En un momento dado se prefirió no aportar ordenandos a las ordenaciones papales.

Mientras tanto, el prelado, ya obispo como he dicho – titular insisto – ordenó agregados en Torreciudad.  Otro obispo confería previamente el diaconado, a veces alguno de los obispos numerarios y el prelado aparecía para conferir el presbiterado: no siempre, ni en todas las ordenaciones de agregados, pero alguna la ofició él en persona.

Cuando el Papa dejó de ordenar numerarios, estos empezaron a ser ordenados en San Eugenio por el prelado, aunque es posible que alguna vez, por algún interés particular los hiciera ordenar por otro obispo o cardenal.

¿Cuál es la razón de la separación?  Me imagino que el dicho de “cada oveja con su pareja” o aquello de no mezclar “churras con merinas”, no vaya a ser que alguno se insubordine y se piense que todo es igual!!

En el Opus Dei, las diferencias existen para ser observadas ¿Qué razón tendría la existencia de numerarios y agregados, con sus diferencias específicas, si a la hora de la verdad van a estar entreverados? Así han procedido y así proceden siempre.

Y no menciono la posibilidad de que la razón de la separación sea que en las ceremonias y obviamente en la posterior celebración a la salida de la iglesia no se mezclen familiares, parientes y amigos de unos y de otros, porque eso sería sencillamente monstruoso…

Si los agregados hacen el seminario en Pamplona y viven en centros erigidos para ellos ¿Para qué el gasto de trasladarlos a Roma para la ordenación? Me dirán que algunos numerarios terminan sus estudios en Aralar en Pamplona, sede también del seminario internacional, y sin embargo van a Roma a ser ordenados.  Sí, pero el seminario internacional para los numerarios (especificación ésta que no consta en ningún documento oficial) está en Roma. 

Lo más sorprendente es que los ordenen a todos juntos: ¿No sería mejor que cada uno fuera ordenado en su región?  Se evitaría el gasto para los padres y familiares de los ordenandos que deben desplazarse, muchas veces de remotos lugares, pero total eso no lo paga la prelatura, así que el gasto no tiene la menor importancia. Tampoco paga lo otro es verdad, que ya se encargan de conseguir “extraordinarios” de todo aquel que esté a mano.

Cuál es la verdadera razón, no la sé.  Tampoco puedo asegurar que la relación que he hecho sea muy rigurosa, porque aunque estuve en varias ordenaciones no he estado en todas.  Sí recuerdo que estando en Pamplona, en Aralar, nos llevaron al menos en dos oportunidades a hacer bulto a las ordenaciones de Torreciudad, pero siempre ordenaciones de numerarios, a las de agregados sin duda irían agregados.

Haenobarbo









Este artículo proviene de Opuslibros
http://www.opuslibros.org/nuevaweb

La dirección de esta noticia es:
http://www.opuslibros.org/nuevaweb/modules.php?name=News&file=article&sid=23420