Asumo la interesante aportación de Dionisio (28/08/2015). Efectivamente, a la lista de peculiares circunstancias que ofrecí en mi publicación del pasado día 21/08/2015 hay que añadirle unos puntos suspensivos. No fuimos tan estupendos en cuanto que no supimos irnos antes y permanecimos dentro del "arma de destrucción masiva" demasiado tiempo. Y, desde luego, todos tenemos puntos débiles. Algunos los enumera Dionisio, otros han ido saliendo en las muchas e interesantes aportaciones que ya hay en Opuslibros.

He expresado alguna vez (06/10/2014) que mi "obsesión" no es "fustigarme" por los años que pasé dentro: han tenido, como todos los que llevo vividos, cosas buenas y cosas malas. Lo que pretendo es tratar de ayudar a reparar el daño concreto que pude, a su vez, ayudar a causar en personas también concretas a las que, en su día, acerqué al Opus Dei. Precisamente, ha sido a través de esta página web cómo he descubierto horrorizado su situación.

También tiene razón Dionisio en que hubo personas estupendas que no cayeron ante el embate proselitista. Pero, en mi opinión, todas también tendrían sus debilidades: el mundo está muy repartido. Eso sí, tuvieron la suerte de evitar entrar en una dinámica en la que, quizás, se le hubiera ido la salud y, sin duda, los años.

Por último, me alegro de transmitir en alguna intervención al menos un punto de vista alegre y optimista. Me parece que es el que viene bien en esta página. Además es perfectamente compatible con planteamientos más serios y sesudos que también estamos viendo.

Un abrazo.

Conrad