Querida Soraya:  

Tu situación me apena profundamente. Sólo tú tienes la clave para salir de ella. Escucha tu corazón y síguelo, sin miedo, pero no cometas la tontería de que decidan por ti. Sus palabras son solo palabras: su rollo vocacional corporativo. Pero no es suya la palabra de Dios, esa solo la puedes escuchar tú en tu corazón. La palabra de Dios da sosiego, nos impulsa a amar nuestra vocación, no nos lleva nunca a tomar decisiones siendo esclavos del miedo, sino por una decisión gozosa que colma los anhelos del corazón. Y eso nace en nuestro interior, no en las "mociones de la oración" de otra persona bien sugeridas por el consejo local.  

Por lo que nos cuentas, tus anhelos van en otra dirección... Entonces...

Quiero pensar que acudes a nosotros, los "ex" sinceramente, en busca de ayuda. Sí realmente quieres salir de la tremenda situación que estás viviendo, no les des cancha, escapa, cambia el número de tu teléfono móvil, no tengas miedo a ser "grosera", no intentes "quedar bien", no respondas a sus llamadas, relaciónate en el colegio con otras personas, con esas chicas a las que nunca acosan porque las juzgan imposibles y que seguro que son gente estupendas, ellas te ayudarán.

En cuatro palabras: NO SIGAS SU JUEGO. 

Si quieres que hablemos, pídele a Agustina mi correo. Aquí estoy. Un fuerte abrazo

Vera-Alameda