¿EL OPUS DEI FAMILIA? NO SEÑORES, NO.- Cosiendo corazones
Fecha Wednesday, 19 August 2015
Tema 070. Costumbres y Praxis


Al lunes falleció una pariente lejana mía, que llamaré María. No sería motivo de ningún artículo si no fuera porque María llevaba más de 50 años en la obra: era agregada.

Estuve toda la tarde en el tanatorio. Por prudencia decidí ponerme de luto pero sin mangas, para evitar dar explicaciones. Claramente “ellas” iban sin luto pero con mangas. De ese modo quedaba todo aclarado.

Alucinante el despliegue de prelatura que allí se concentró. Por supuesto más de cien personas, entre numerarias y agregadas. ¿Críticas? Ninguna. Todo lo contrario. Estuvieron rezando con cariño.

Ni que decir tiene que hubo situaciones cómicas, pero volví a constatar mi teoría, muy experimentada, de que más del 90% de la gente de la obra es estupenda, es la obra en sí “el arma de destrucción masiva”.

Todo habría sido normal si no hubiera conocido a Ana. Últimamente los tres hermanos de María se turnaban para atenderla. Cuando me presentaron a Ana, uno de ellos me dijo: Esta es Ana, la amiga de María, que viene a estar con ella cuando alguno de nosotros tiene algún problema. De hecho, la próxima semana él no iba a estar en la ciudad  y María le dijo que no se preocupara, que llamaría a Ana.

En ese momento se me cayó el alma a los pies. En el tanatorio no cabía ni un alfiler, lleno de personas de la obra. De su “familia”. Familia y hermanas, con lazos más fuertes que los de la sangre, a las que, por supuesto, no se podían molestar para que atendieran a María. Para eso estaba la familia de sangre y su amiga de verdad…

Es terrible pensar en la ausencia de caridad, humanidad y amor verdadero que existe en el opus dei. ¡Pobre gente!

Al día siguiente, al funeral, para sorpresa mía, asistieron muy pocas personas de la obra. Evidentemente choca mucho para alguien ajeno a la secta. ¿Dónde estaban sus numerosísimas hermanas del día anterior? Se las había tragado la tierra. Sin embargo es de justicia decir que el sacerdote que celebró la Misa estuvo de 10. Dijo una homilía preciosa, en la que milagrosamente no nombró a san… y en la que no aseguró categóricamente que María ya estaba en el cielo. Hizo referencia a la Virgen como “puerta del cielo”. No lo había oído nunca en un funeral y me encantó.

No pude controlar la imagen de un san… aporreando la puerta del cielo, al más genuino estilo Pedro Picapiedra y viendo cómo se le colaban sus hijos sin entender absolutamente nada. ¡Qué traicionero es el subconsciente!

Todo mi afecto a esas personas de buen corazón que han estado despidiendo a María y una oración para ella. Descanse en paz.

Cosiendo corazones









Este artículo proviene de Opuslibros
http://www.opuslibros.org/nuevaweb

La dirección de esta noticia es:
http://www.opuslibros.org/nuevaweb/modules.php?name=News&file=article&sid=23379