Después de haber perdido su trabajo en Monterrey hace como 10 años, el supernumerario AH migró a San Antonio, Texas, y empezó a trabajar como administrador de portafolios de inversión para un supernumerario que conoció en el IPADE Monterrey, bajo la recomendación de su gran amigo y protector, el numerario y entonces obispo de esa ciudad texana con quien al poco tiempo fundaron la asociación Family Life Works con fines apostólicos. De principio a fin, el ahora Arzobispo de Los Ángeles, fungía como Episcopal Moderator y debajo de él, en el organigrama, estaba AH como Presidente, hasta que en marzo de este año se descubrió que este supernumerario cometió un fraude por 66 millones de dólares y ahora se encuentra arrestado en la cárcel de San Antonio, Texas. La asociación que ambos fundaron se disolvió y desapareció el sitio web para no dejar huella sobre la relación del Arzobispo numerario y su “gran amigo” supernumerario. En este link pueden ver el organigrama.
A simple vista nadie se explica cómo este supernumerario “generoso”, “ejemplar”, “influyente”, “apostólico”, al poco tiempo de llegar a San Antonio se convirtió de un desconocido a un próspero hombre de negocios influyente en tan poco tiempo. El poder económico y su relación muy personal con el ex obispo de San Antonio lo lanzaron muy rápido a los círculos de influencia y poder en la ciudad. De paso, gozaba de prestigio y mantenía muy contento al opus, sobre todo por sus jugosas aportaciones económicas.
Aunque ya le han decomisado muchos activos en aviones, terrenos, ranchos, casas de campo, joyas y dinero en cuentas bancarias en Suiza, la pregunta que se hace el FBI es ¿y dónde está el resto de los 66 millones de dólares del fraude? ¿Investigará el FBI al Opus Dei por todas las aportaciones que recibió para la Fundación Saxum y sus múltiples construcciones?
Este supernumerario también tuvo su rol como mecenas en donde invirtió dinero en mantener una buena oficina en San Antonio y sueldos en un despacho de arquitectura religiosa que tenía en sociedad con dos personas más del Opus Dei; donde por cierto el ex obispo de San Antonio fue un buen promotor que les conseguía proyectos de la misma diócesis de San Antonio o Los Ángeles o incluso de otras diócesis para remodelar parroquias, oratorios o capillas y por supuesto los proveedores de ornamentos eran de Talleres de Arte Granda. Negocio redondo para el Opus. Uno de los socios de esta firma de arquitectos es el teacher de teachers, que en la práctica dedica más tiempo a la arquitectura que al sacerdocio. Como el Opus “tiene mucha necesidad económica” se le ha perdonado que no ejerza su ministerio. Un numerario de Ribera, su centro donde vive en Monterrey, ha llegado a decir que gracias a su trabajo profesional es como se sostiene el centro donde vive, pues de todos los que ahí viven (y de los pocos que trabajan) es el que gana más dinero. Por cierto, el ilustre padre-arquitecto tiene también una oficina muy bien puesta en la Colonia del Valle, un sector de alta plusvalía pegado a Monterrey.
Sin embargo, de 5 meses a la fecha las cosas han cambiado. El supernumerario está en la cárcel y el opus no quiere saber que existe. Como ya no tiene prestigio porque no tiene dinero ha permanecido en el olvido. El periódico local de San Antonio intentó buscar al ahora Arzobispo de Los Ángeles para conocer su opinión sobre el caso pues ambos fundaron FamilyLife Works y simplemente no atendió a la llamada ni se reportó. A continuación pongo la referencia de la noticia que se publicó en inglés de un periódico local de San Antonio, Texas.