Opuslibros - A veces me pregunto porqué.- Cooper

A veces me pregunto porqué

Muchas veces me he preguntado porqué ese afán de La Cosa en tenerlo todo por escrito, No hace falta que detalle, todo esta escrito para toda la eternidad. Tambien los planes de vida, los usos, las costumbres y el 90% del tiempo disponible.

La verdad es que no encuentro explicación razonable. ¿Quien se cree que uno puede adaptarse a los nuevos tiempos, con todo absolutamente regulado? Un cambio de época como de la Edad Media al Renacimiento, por muy gradual que fuese, dejó pocos títeres con cabeza. Sin embargo nos provoca una sonrisa el "atrevido " que dejó que las numerarias llevaran pantalones en los 90. ¿No se dan cuenta que condenan a La Cosa a momificarse?

¿El afán del Señor Marques de tenerlo todo regulado para siempre era parte de la Inspiración que tuvo en el 28, o de su creciente megalomanía?

¿El tremendo seguidismo de los sucesores, lanzando anatemas a quien cambie lo mas mínimo, es parte del mensaje, o es terror a equivocarse después de haber dejado la funesta manía de pensar, siendo borricos buenos y fieles?

Aunque el campo de la especulación se presta a conclusiones entretenidas, creo que hay un punto de vista mas preocupante, no para La Cosa en si, que como todo, tiene su destino en manos de Dios, sino por la gente de dentro.

Mi opinión es que tanto papel, tanta norma, tanto Vademecun, Glosas, cartas etc, revela una terrible falta de Fe. Me explico.

Si la Cosa es la Obra de Dios, ¿Porque se supone que Dios dejó de actuar sobre ella y sus directores cundo murió el Gran Jefe?.¿ Fue Obra de un ratito? ¿Dios no le puede dedicar mas atención? Nos enseñaron que Dios es Eterno, que para El todo es un perpetuo presente. ¿Cómo se explica pues la desconfianza en su continua ayuda?

Si La Cosa es una obra de Dios dentro de la Iglesia. ¿Por qué no se le deja actuar al Espiritu Santo? ¿Tiene reglas diferentes la parte del todo? ¿Es diferente a la Iglesia? ¿En qué?

En fin que esas preguntas y muchas mas que seguirían siguiendo caminos de lógica, me llevan a la conclusión de que el Gran Jefe, de quien sabemos que no se fiaba de nadie, a la hora de fiarse del de arriba, tambien tuvo serias dudas.

Con cariño

Cooper