Mis queridos amigos:

He estado considerando el porqué algunos hemos estado tantos años en el Opus Dei, sin apenas darnos cuenta de lo que ocurría, y luego, una vez fuera, parece que hayamos adquirido una animadversión profunda hacia la Empresa. Creo que el “quid” de la cuestión está en que, todo el proceso, consiste en un enamoramiento, más que una vocación sobrenatural, como nos habían hecho creer.

No hace mucho hablé con el director de mi zona (dónde vivo) a cerca de las conversaciones que mantenía con uno de mis hijos. Me dijo: “Tu hijo quiere mucho a la Obra”. Pues en esta sencilla frase está explicado todo. Tuvimos un enamoramiento cuando éramos jóvenes y nadie nos había prevenido, y tragamos con todo el proceso de “acercamiento”, “incorporación”, que no fue otra cosa que un enamoramiento hacia “la madre buena y guapa”. Dado que no hubo con quién se pudiera poder contrastar, con un criterio objetivo, nadie nos pudo avisar de lo que nos venía encima. Algo parecido ocurre si estamos enamorados de una persona, la esposa, por ejemplo, y nos enteramos que ella nos viene dando el “esquinazo” con otro, desde siempre. Recibimos una decepción tan grande, que nos es casi imposible superarlo. Pues el Opus Dei nos ha estado dando el “esquinazo”, desde siempre, pues en realidad quería a otra. “Se quería a sí misma”. Quería su Poder, sus numerarios “obreras”, sus edificios, sus ingresos. Yo me dí cuenta que “algo raro” sucedía y me largué, sin saber qué era exactamente lo que estaba ocurriendo. Es ahora que me he dado cuenta. ¿Es posible que tanta gente esté en el Opus Dei y no se dé cuenta de nada?. Pues sí. Es porque están enamorados y no “ven”. Gracias a Dios que exista esta Web, Opuslibros, y se nos han abierto los ojos. Continuará …

JAC