Contradicciones, prevención de abusos, negocios...- Jac
Fecha Monday, 18 May 2015
Tema 010. Testimonios


Dentro de los temas que se pueden incluir en el apartado de acciones o medios de formación que no están dirigidas a la mente de un ser humano, es decir de una persona y sí, en cambio, podrían considerarse destinadas a una mente que es una cosa, o sea una especie de robot reprogramable, son los siguientes:

-Cuando éramos chicos de S. Rafael se nos inculcaba que no debíamos hablar, para nada, con nuestros padres sobre temas de vocación. Que los padres no tenían “gracia de estado” para esta cuestión. Más adelante, cuando fuimos padres de chicos/as que iban a un Club, se nos decía que teníamos que dejar “tranquilos” a nuestros hijos en temas de vocación, que eso era una labor de los directores del Club…



Sin embargo, en los escritos de la Santa Sede, en concreto en la Carta a las Familias de Juan Pablo II se dejaba clarísimo que los monitores de los Club eran personas delegadas por los padres para la ayuda en la formación cristiana de los hijos. Incluso se indicaba que teníamos que realizar reuniones periódicas entre los padres y los monitores, para tratar en concreto los temas de cada hijo. Ahora, cuando lo he comentado con la persona que intenta “hablar” conmigo, me ha negado rotundamente que existiera una negación a los padres de tratar los temas de vocación con los hijos. O sea, que hay que pensar, en cada momento histórico, lo que te dicen que “toca” pensar. Esto, para una persona que intente mantenerse en sus cabales y que intente tener una “unidad de Vida”, es totalmente una insensatez. No se comprende a dónde intentan hacernos llegar (¿Al Manicomio?).

-Otra cuestión interesante es la de que, durante unos años se nos ha prohibido leer algunos libros del Cardenal Joseph Ratzinger. Pero cuando ha sido Papa, Benedicto XVI, ha sido “el dulce Cristo en la Tierra” y le debíamos venerar como Papa. Él fue el que se opuso, ante Juan Pablo II a que la Prelatura tuviese “Populo Proprio”, tal como pidió, en dos cartas, D Álvaro cuando iba a ser publicada la Bula “Ut Sit”, por la que se otorgaba el Status de Prelatura Personal a la Obra de Dios. Cómo puede ser que entonces no se pueda leer a Ratzinger y a continuación sí. No tenemos la mente hecha de unos compartimentos estancos, que cada uno puede ser programado de forma distinta y contradictoria, según las circunstancias o los intereses o lo que sea, de la Prelatura.

-También se nos ha estado previniendo, durante muchos años, de la maldad intrínseca de la Compañía de Jesús. Con gran cantidad de ejemplos de acontecimientos contra la Obra de esta institución. Y ahora resulta que aparece un Papa Jesuita. Ahora el Papa Jesuita es un ángel y hay que creerle, seguirle, leerle y quererle. Como puede pasar la Compañía de Jesús de ser “anatema” a ser lo más querido por nosotros. Es que sí, que vamos a acabar todos locos.

Podrían crear una gran familia pero sin abusos como ahora.

Lo ideal, para mí, sería la elección de un nuevo prelado cada 4 años. Sin posibilidad de reelección. Y que los compromisarios o electores fuesen a su vez elegidos por el pueblo. De entre las distintas parte: Numerarios, Agregados, supernumerarios, numerarias, agregadas, supernumerarias, numerarias auxiliares. Y en caso de que la Sede apostólica abriera lo del "cum populo proprio" que hubiera también electores procedentes de los cooperados (de sus familias), de la forma proporcional. De esta forma se evitaría estos abusos que estamos sufriendo. Los candidatos deberían ser los clérigos de la Prelatura. Ya me gustaría que mis nietos fuesen confirmados por los Obispos Auxiliares del Padre, que serían los Vicarios Regionales, que ahora ya se les llama Monseñor. Pues que fuesen Monseñores de Verdad. Y así crear una gran familia, con espíritu secular. Pero sin los atropellos a los que nos estamos encontrando en cada momento. ¿Tú crees que a Monseñor Fazio le votaría nadie, después de lo vergonzoso que ha sido el suicidio de D. Danilo? Ya no ocurrirían estas cosas. Todos se preocuparían de atender, con todo cariño, a los demás necesitados de dicho cariño y de una "acogida". Aquí en Barcelona, no hubiésemos tenido que soportar, "impasibles", la muerte de D. Antonio Petit. Fue realmente lamentable. Incluso le dieron de baja de la Seguridad Social, para que no pudiera visitarlo su médico, tan enfermo como estaba, con un solo riñón y sin fuerzas. Menos mal que pudo morir en casa de una familia que le acogió. Hubiese podido ocurrir que hubiese muerto bajo un puente. Y el pobrecito D. Juan José Martí, que no tuvo la asistencia psicológica ni la acogida, por parte del prelado u alguien adecuado, para exponer sus problemas, que en el fondo eran por falta de que alguien le hiciera caso, a nivel confesión y acogida de hermano. Va y en su desesperación se tira por la ventana. Eso no debe de poder ocurrir. Es profundamente lamentable.

También fue impresentable la muerte del ex-Vicario Regional de Austria D. Juan Bautista Torelló. Qué es esto que pidiera ser tratado de su enfermedad en un hospital, tal como estaba, y que no le llevaran para recibir los cuidados que se dan a cualquier persona. Que estuviera retenido (secuestrado) en su casa hasta su muerte. ¡Por favor! Estas cosas no deben ocurrir más. Pero no esperemos que se solucionen solas con una estructura como la actual. Debe cambiar el modelo de organización en el sentido que he manifestado. Si no, es que sufres, "vergüenza ajena", que es propia. Yo sufro por todos los que se encuentran en estas situaciones, pero además, de un forma posiblemente más realista, por mis hijos que están metidos hasta el cuello. Por mi hija numeraria de 40 años. Por mi hijo numerarios de 36 años. Por mi hija agregada de 32 años, por mi hermano sacerdote numerarios de 70 años. Por todos. Al resto que son supernumerarios, hay 4, ya los acogeré yo si llega el momento. Y a todos los que me entere que sufran estos atropellos también. Lo que pasa es que no me entero cuando va a suceder. Siempre te enteras "a posteriori".

Hablemos de negocios.

Todos habremos asistido a una tertulia, repetidas veces, de la compra, por parte de un importante numerario-fundador de una de las escuelas de negocios más importantes del mundo. Se trata de una finca magnífica, con un jardín extraordinario cuya compra la gestionó este conocido numerario hace más de 50 años, quizá 60. La transacción con la familia propietaria se cerró en dos millones de pesetas, de las de entonces. Lo que hemos oído, hasta la saciedad, que el primer millón lo consiguió con bastante facilidad. Pero el segundo millón, que no aparecía. Y después de mucho rezarlo todos, en el último momento, el último día que había de plazo, sucedió el milagro. Apareció el segundo millón. Lo enuncio aquí porque se lo merece, después de haberlo oído tantas veces. Lo que ocurre es que este mismo milagrito también lo he oído referido a otras transacciones. En concreto en la construcción de un Colegio de niñas en Lérida. Siempre te cuentan el mismo milagrito. Siempre aparece el dinerito en el último momento. Pero bueno, no es de los famosos milagritos que quería hablar. Resulta que hace poco disfrutamos de una excursión, mi esposa y yo, con otras personas, entre los cuales había un matrimonio que tenía un negocio dedicado a la intermediación de la compra-venta de fincas. Le hablé al marido de la casa de retiros en cuestión y él, ni corto ni perezoso me suelta: Pues, anda, que esta gestión (de compra-venta) la realizó mi abuelo y todavía no hemos cobrado de esta institución el porcentaje concertado por la operación. A mí me cayó la cara de vergüenza por haber sacado el tema. Que hables confiado de algo que parece una buena operación, bien realizada por un famoso numerario ”de los de antes”, y que te enteres, por parte integrada en el negocio, que hubo una irregularidad como ésta.

Jac







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