Recuerdo un amigo ex numerario que, al momento de tomar una ducha por las mañanas, movía la perilla del agua caliente y sólo obtenía agua bien fría. Cuando se lo comentó al Director, le respondió que se debía a la mortificación por las intenciones del Padre que todos deben hacer “¡Pero la mortificación es algo voluntario!, ¡Y se puede conmutar por otra!, ¿Dónde está la libertad si no hay posibilidad de tener agua caliente de verdad?”
En fin. El caso es que – al parecer – en algunas ciudades han bloqueado el acceso a OpusLibros no mediante un software de control instalado en los ordenadores sino como parte del contrato con el distribuidor de servicios de internet local. Un miedo incontrolable que raya en la paranoia.
Nicanor Wong
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