Santificación del trabajo y ética profesional.- JaraySedal
Fecha Friday, 24 April 2015
Tema 110. Aspectos jurídicos


Más que interesarme el origen de la idea de “santificación a través de lo ordinario, del trabajo”, que preocupa a Nicanor (20-04-2015), me gustaría saber qué entendía Escrivá por “santificación del trabajo o a través del trabajo”. Dicho sencillamente: cómo consigo hacerme santo a través del trabajo. Por cultura general, más que por interés personal.

En relación con el más reciente escándalo por los honorarios de asesoría (cuestionada su existencia por la Agencia Tributaria) devengados por dos significados miembros del Opus, uno supernumerario y otro reciente exnumerario, me salta a colación el párrafo segundo del punto 979 de Camino, el cual aconseja a sus lectores la siguiente meditación: “nunca dejes de cobrar lo que sea equitativo y razonable por el ejercicio de tu profesión, si tu profesión es el instrumento de tu apostolado”. Parece ser que la equidad en este caso estribaba en el cobro de unos 355.000 euros durante tres años por unos asesoramientos verbales no acreditados, a razón de 9.000 mensuales, y, en el otro, en otros 75.000, a razón de 5.000 mensuales, por unas clases de economía particulares en una cafetería de periodicidad quincenal.

Recientemente estas páginas se hacían eco de cómo otro significado miembro de la Obra se beneficiaba de las famosas tarjetas black, encontrándose imputado por tal razón.

Son solo tres anécdotas recientes, pero los escándalos económicos y profesionales van íntimamente asociados a la historia de la Obra, y no es necesario citarlos. De igual modo el interés del Opus por colocar a miembros de la institución en puestos destacados de la Administración, la economía o las finanzas, la ayuda mutua entre sus miembros como forma de escalada social, por encima de méritos y capacidades, todo ello es sobradamente conocido.

De la anécdota a la pregunta: ¿en qué consiste la “santificación del trabajo”, categoría doctrinal novedosa que puede hacer acreedor a su autor incluso de ser considerado como Doctor de la Iglesia Católica?.

Su única referencia expresa en Camino es el famoso punto 359 que expresa el “método” para santificar el trabajo: “pon un motivo sobrenatural a tu ordinaria labor profesional, y habrás santificado el trabajo”. Esto es, el trabajo no se santifica por sí mismo, sino a través de una razón exógena al propio trabajo. La santificación del trabajo estriba simplemente en tener presente alguna costumbre (el crucifijo en el estudio) o practicar alguna norma de piedad dentro del tiempo de trabajo, dedicarlo a alguna intención piadosa o ser el medio para la práctica del apostolado (el proselitismo). Todas ellas causas externas al propio trabajo.

La santificación del trabajo en la doctrina de monseñor no atiende al contenido del propio trabajo, cómo hacer el trabajo para hacerlo santo, y en particular el cumplimiento de las normas laborales y tributarias, la ética profesional en el trabajo (lo que enseña Escrivá es a ser “pillos”, muchas veces en contra de cualquier ética profesional), la deontología particular de la propia actividad, la honradez, las virtudes humanas en el trabajo, el compañerismo, el gusto por el trabajo bien hecho, etc etc.

En definitiva la doctrina escrivariana de la “santificación en el trabajo, del trabajo o a través del trabajo ordinario” es la más pura inanidad, pues trata de todo menos del propio trabajo.

Como dice Carlos F. la santidad en el trabajo es “una obra por hacer” (Opuslibros 16-09-2009).

Aunque los glosadores y exégetas de monseñor se han esforzado en completar su “visión” no han conseguido dotarla de un contenido concreto, ni dimana de sus enseñanzas.

JaraySedal









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