Opus Dei: Consignas vacías para no decir claramente la verdad.- Piedrapomez
Fecha Friday, 17 April 2015
Tema 050. Proselitismo, vocación


Sobre la vocación de numerario es muy cierto lo que dice EBE, que la definición de la misma es exclusivamente funcional a los fines de la institución. Algunos “tienen” vocación porque tienen “dinero” o “influencia social” y su vocación dura mientras dure no tanto su persona sino sus especiales atributos…

Eso permite que las personas que ingresan (muy jóvenes, con buena fe y sin experiencia) sean utilizadas y manipuladas de forma total y absolutamente deshonesta, lo que resultaría lamentable en cualquier caso pero más tratándose de una institución que dice defender la doctrina católica. De este ejemplo lamentable de los supuestos “católicos” se nutre luego el mundo “pagano”.

Muchas de las cosas que se les enseña reiteradamente a los numerarios sobre las características de su camino son falsas, son absolutas mentiras, son meras frases. Al poco o al mucho tiempo uno descubre que su entrega sí es real (ya que la persona sabe que se incorpora a un camino casi sacerdotal, porque se compromete al celibato), pero que para la contraparte, que es la institución, el compromiso que adquiere con la persona está sumamente “matizado”, “condicionado”, “regulado” de acuerdo a criterios que no son cristianos y que no respetan la dignidad de las personas.

Así la libertad para trabajar, la libertad para elegir la propia formación y el progreso profesional, la libertad de actuación en la sociedad no existen para el numerario: sería bueno que la institución no mienta más al respecto y que no mantenga consignas vacías sin decir claramente cuál es la verdad y cuáles son los objetivos de la institución: ese sería un primer gran paso, dejar de mentir.

La realidad es que todo queda condicionado a las prioridades institucionales, como si la institución fuera un partido político, un organismo con vida propia que puede utilizar y pisotear a sus miembros de acuerdo a sus conveniencias para jugar en el gran mundo de la “política vaticana”. Si a la institución le conviene en una época para jugar en las “grandes ligas” tener muchos sacerdotes… entonces “fábrica” muchos sacerdotes… Tristísimo; tan pragmático como estúpido y criminal.

La institución no se compromete a nada con la persona concreta o a lo sumo a brindarle un mínimo, ya que lo único que le interesa son “grandes objetivos” de tipo institucional. Es similar al fascismo, al comunismo a todos los movimientos ideológicos que desprecian y aniquilan a conveniencia a sus propios miembros: que lindo proyecto de “Iglesia” han creado en sus laboratorios.

Piedrapomez









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