Soy supernumerario desde hace 5 años y también fui cooperador durante otros 6 años. A medida que ha ido pasando el tiempo cada vez me siento más desilusionado, porque me he dado cuenta de que lo único que importa es el apostolado, traer a más almas a casa (que no a Dios).
Las charlas quincenales con el numerario que lleva mi dirección espiritual se han convertido en una pesadilla, ya que parece que lo único importante es mi apostolado, lo otro, en lo personal parece que falsea tratando de interesarse por lo que me ocurre en otros aspectos de mi vida.
En la última charla salí profundamente decepcionado, ya que me dijo literalmente que para el tiempo que llevaba en "casa" nadie ha pitado gracias a mí. Este comentario por su parte ha creado en mí la certeza que más que apóstoles buscan comerciales.
Les escribo por si este caso mío les ha llegado por parte de otros supernumerarios, ya que soy incapaz de tratar este tema con otro de casa personalmente, ya que corro el riesgo que se lo transmita al director.
Gracias por su tiempo
Marco Aurelio