Querido ebe:

Como ya es habitual, todo lo que escribes me encanta. Lo último del 2 de febrero también. Solamente te sugiero que consideres añadir alguna matización.

A mí no me ha quedado claro que hagas referencia al hecho de que no todos los que se van del lado oscuro guardan algún tipo de rechazo, aunque sea leve. Yo conozco algunos que se van y luego regresan contentos y felices. Supongo que ya he dejado amplia evidencia de mi postura personal, pero he de reconocer que la realidad es que existen los que se van con una disposición opuesta a la mía. Me resulta extraño, pero es la libertad.

La mención que haces al “ambiente universitario y de profesionales”, aunque aclaras que en “términos muy simplificados”, me parece a mí que de eso ya va quedando poco. Igual que me parece que el lado oscuro está tomando una deriva cada vez más clerical. Intuyo que dentro de no muchos años, la diferencia entre la prelatura y cualquier orden religiosa que no sea de clausura será simplemente nominal.

Insisto en que sólo son matices y suscribo con entusiasmo todo lo que dices.

Un abrazo,

Dionisio el Areopagita.

P.D. Completamente de acuerdo también con lo que dice mediterráneo.