Mejor un Papa políticamente correcto… como Juan Pablo II .- André
Fecha Monday, 26 January 2015
Tema 900. Sin clasificar


1. “La Iglesia pidió en más de una oportunidad por el ex dictador chileno. El 19 de febrero de 1999 el vocero de Juan Pablo II, Joaquín Navarro Valls, confirmó a la prensa la gestión vaticana por Pinochet. “Podía confirmar que hubo un paso diplomático de la Santa Sede, que fue cumplido por vía confidencial”, afirmó en esa oportunidad el portavoz del Papa. El pedido de la diplomacia de la Santa Sede se realizó en noviembre de 1998 por “altas personalidades” de la Iglesia...  



El mismísimo secretario de Estado del Vaticano, Angelo Sodano, que fue nuncio apostólico en Chile desde 1978 hasta 1988, reconoció que en enero de 1999 le envió una carta al canciller británico, Robin Cook, con argumentos a favor de Pinochet. Como el pedido que realizó Sodano tenía carácter “oficial”, el papa Juan Pablo II tuvo que estar al tanto de la gestión diplomática. Ayer, la “alta fuente” eclesiástica resaltó que el cardenal Sodano durante su estadía en el país trasandino trató personalmente con los protagonistas de “una historia dolorosa, signada por las violaciones a los derechos humanos””.  

2. Sabía de Marcial Maciel: “Sobran evidencias para documentar que Juan Pablo II tuvo conocimiento de que el fundador de la Legión de Cristo, Marcial Maciel, era un criminal, un delincuente, un sobornador, un manipulador de conciencias, un depredador, un destructor de los sacramentos; verdaderamente un tipo abominable..., como aseguran sus víctimas y denunciantes, y que se ha realizado toda una operación desde el Vaticano para transformar de cómplice en víctima al jefe de la Iglesia católica fallecido en 2005, y no afectar así el proceso para ubicarlo en el estado previo a la santidad …Y no sólo no procedió, sino que, como nunca, fue en el papado de Karol Wojtyla cuando los legionarios tuvieron su mayor expansión y crecimiento económico con la apertura de escuelas, universidades y creciente número de sacerdotes de la congregación, entre otros beneficios, sino que además existió un claro acercamiento entre ambos. Tanto, que cuando Maciel anunció su retiro como director general de los legionarios de Cristo, Juan Pablo II lo elogió públicamente”.

3. Persecución y abandono de sacerdotes y obispos latinoamericanos. “Con la muerte de Luciani, el polaco Juan Pablo II, el "Papa del Opus Dei", ya tenía el paso libre para acometer su involución doctrinal y perseguir los dos principales objetivos políticos trazados: impartir la extremaunción a los regímenes de Europa del Este y bendecir a los militares golpistas y represores que perseguían a los Teólogos de la Liberación en América latina. En esa persecución feroz fueron asesinados, entre otros, monseñor Oscar Romero (1980) e Ignacio Ellacuría (1989), éste junto a otros cinco jesuítas de la UCA y dos mujeres, quienes fueron masacrados por los escuadrones de la muerte con complicidad del ejército salvadoreño. Juan Pablo II, nunca escuchó a Monseñor Romero en sus súplicas para que intercediera ante sus verdugos. Curiosamente, Juan Pablo II había despedido a Monseñor Romero, unos meses antes de su muerte, después de una audiencia en torno a las violaciones de los derechos humanos con un “no me traiga muchas hojas que no tengo tiempo para leerlas... Y además, procure ir de acuerdo con el gobierno”. Como relata López Sáez en su libro, Monseñor Romero salió llorando de la audiencia papal, mientras comentaba “el Papa no me ha entendido, no puede entender, porque El Salvador no es Polonia”. (http://www.bibliotecapleyades.net/vatican/esp_vatican22.htm)

“Si bien Juan Pablo II era un papa que gozaba de una enorme popularidad en América Latina, la región con mayor católicos del mundo, y que recorrió a lo largo y lo ancho, importantes sectores no le perdonan haber tratado con mano dura a los obispos y teólogos comprometidos con los sectores más pobres de la sociedad. Muchos de ellos fueron obligados a dejar la docencia o fueron remplazados por ultraconservadores, poco sensibles a las injusticias sociales…” (Los secretos de Wojtyla)

4. “Hubo una gran contradicción entre las actitudes del Papa y sus enseñanzas. Hacia afuera, se presentaba como un paladín del diálogo, de las libertades, la tolerancia, la paz y el ecumenismo. Pero dentro de la Iglesia acalló el derecho de expresión, prohibió el diálogo y produjo una teología con fuertes tonos fundamentalistas”. Leonardo Boff

5. El teólogo brasileño fue uno de los muchos castigados por el Vaticano de Juan Pablo II a raíz de la Teología de la Liberación. En 1984 la Congregación de la Doctrina de la Fe (Antes la Santa Inquisición), lo juzgó por uno de sus numerosos trabajos y lo condenó a un año de silencio. Juan Pablo II se hizo el sordo con los centenares, tal vez miles de casos de violaciones, pederastia, robos y enriquecimiento perpetrados por sacerdotes y Obispos. Pero era un Papa “políticamente correcto”. Juan Pablo II beatificó a Josemaría Escrivá, el polémico fundador del Opus Dei y uno de sus protegidos. Pero dejó afuera a Romero, incluso cuando estaba con vida y las amenazas contra él se precisaban cada semana. “Cada vez más soy el pastor de un país de cadáveres”, solía decir Romero. Solo por estos dos detalles, no debió nunca ser canonizado JPII. Por su trabajo a favor de las víctimas de abuso sexual y pederastia, ya podríamos canonizar en vida a Francisco.

André







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