Querer enmendar al Papa sólo está al alcance de San Escriba y sus secuaces, querido “Antiguo”. Yo me limité a transcribir lo que el Santo Padre dijo y si quieres atribuir absurdidad a sus afirmaciones allá tú, seguro que lo habrás pensado mucho o puede que tengas más información que él, aunque lo dudo.

Date cuenta que unos santifican los actos terroristas violando el derecho fundamental a la vida. Otros santifican la coacción violando las conciencias y el derecho fundamental a la intimidad. Unos distorsionando el Corán, otros distorsionando el Evangelio. Unas víctimas pasan a mejor vida y a otras les queda un infierno terrenal por delante.

Y al final, resulta paradójico que quienes –todos- quieren salvar almas, la suyas incluidas, se dediquen también a destrozar cuerpos y vidas en todas sus variantes posibles. Yo diría que están ambos en el mismo cajón del fundamentalismo y si no es así que lo diga el Papa, nadie más.

Como escribe un periodista en una editorial con motivo de la determinante intervención de Francisco en el desbloqueo del enquistado conflicto Cuba-USA, parece que la Iglesia católica está ahora preocupada no sólo por salvar almas, sino también cuerpos.

Sin duda un Papa que no se queda sólo en lo cercano, sino que empieza a ser decisivo; aunque a algunos no les parecerá bien y lo verán como otro gesto absurdo.

Manzano