Lo que hacen los prejuicios.- Carmen Charo
Fecha Wednesday, 26 November 2014
Tema 900. Sin clasificar


Querido Jiménez, tu respuesta a mi escrito es la clara constatación de que no me has leído ni me has escuchado, sino más bien has dado rienda suelta a tus ideas preconcebidas.

Yo en ningún momento hago valoración alguna del hecho, lo que no quiere decir que celebre, por supuesto, que se haya producido la denuncia, le hayan dado credibilidad, hayan puesto los medios eficaces para hacer tomar responsabilidades  a los culpables, y hoy estén cuatro personas en la cárcel por semejantes  barbaridades.

Lo que digo, repito, y espero comprobar es:

Este chico es supernumerario del Opus Dei. De hecho comienza así su carta al Papa.

Ha tardado 7 años en denunciar, y precisamente lo ha hecho en su situación de miembro de la Prelatura. Todos sabemos que allí dentro hemos de  dar cuenta hasta de los parpadeos, y los directores intervienen hasta en lo más nimio de la vida. Por eso que sí o sí, el Opus Dei está detrás de esta denuncia, y no apoyando sino mangoneando.

Todos sabemos que el Opus Dei no actúa jamás desinteresadamente por el bien de nadie, así que digo de nuevo que en este caso, el Opus Dei saca tajada, aunque quede de lo más ordinario así dicho. ¿Y qué tajada? Pues hacerle ver al pontífice que lejos de ser la prelatura una abusadora, como le ha llegado al Papa por boca de cientos o miles de nosotros, ha apoyado a este chico, y lo que es más grande, y ha sido el motivo último que ha dicho el Papa por el que le llamó personalmente: el Opus Dei es quien ha hecho que este chico conserve la fe.

Me parece mezquino, más que mezquino, usar semejante dolor para sacar provecho, para lavar su cara, y sobre todo porque es mentira.

Todos sabemos que cuando un día este chico abra los ojos y conozca el verdadero rostro del Opus Dei será echado fuera sin compasión. Y más le vale asegurarse hoy de que estén cotizando por él en el colegio donde dice trabajar.

Y decía más en mi anterior escrito, y ahora lo repito. Mi indignación es mayor, y en este ocasión también con la Iglesia que se rasga la vestiduras con este caso, porque en ningún momento nos ha dado la mano a ninguno de nosotros, porque le importamos un pimiento, porque el Papa, éste Papa, sabe perfectamente que ha habido y hay suicidios, enfermedades mentales, soledad, pobreza, injusticias que claman al cielo, ancianos presos en la prelatura, delitos, sí delitos, porque los abusos laborales que hemos sufrido todos son delito… y al Papa, los obispos, el Nuncio pasan olímpicamente de todo eso. Ahora, los delitos de cama, eso sí, esos son intolerables. No les quito valor ni importancia (no leas eso), pero me harta que la iglesia sólo, sólo, reaccione en esas situaciones.

Y por último, comentar la presteza con que le ha llegado la carta al Papa, y cómo ha caído cual ingenua víctima. No soy vidente, pero pongo la mano en el fuego y no la pierdo si te digo que la maquinaria del Opus Dei se ha puesto a trabajar a todo gas para conseguir del Papa la reacción que se ha dado. El negociete le ha salido redondo. Y quien sabe si no conocía ya la propia obra este grupo perverso de sacerdotes y laicos en Granada, y se ha añadido a todo una venganza personal. Eso no lo sé y tampoco lo afirmo, pero del Opus Dei me lo creo todo. Lo que me intriga de veras es saber en qué consiste su fe, en qué Dios creen, si realmente creen en la vida eterna, en el Amor de Dios. Termino como lo hice, que Dios me ayude a comprender. Desde luego que ni el Opus Dei ni la Iglesia a mí me ha llevado a Dios.

Y por favor,  lee intentando ajustarte a lo que digo, no imaginando lo que quisieras oír.

Un saludo

Carmen Charo









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