La libertad condicionada.- Pepgrass
Fecha Friday, 21 November 2014
Tema 010. Testimonios


Después de tres años, en especial los dos últimos, en los que he estado leyendo y releyendo todos y cada uno de los artículos de la web, compruebo que las personas, hombres y mujeres, nos dejamos llevar por nuestras pasiones. Queramos o no, al final, uno siempre tiende a tomar una postura a favor o en contra, por mucho que Ruta diga que no tiene porqué y le entiendo perfectamente. He pasado por infinitud de fases en estos 3 años, desde el momento totalmente a favor de “la cosa”, pasando por el tampoco es para tanto y finalmente por el un poco bastante en contra…



Qué decir sobre las distintas polémicas surgidas en torno al único tema que nos ocupa, “la cosa nostra”, que ¡SU FIN!, ¡SIEMPRE! justifica casi cualquier medio. Que nos hacen menos fuertes cuando nos dividen y que he podido comprobar en mis propias “cannes”, muchas veces desgraciadamente, que esa es su consigna.

Antesdeayer fue la última, perdí tres muy buenos amigos precisamente por ese motivo. Hay muchos lobos vestidos de cordero que atacan a todo el que levante la voz contra ellos, buscan, meditan, sopesan y cuando menos te lo esperas te sorprenden con una puñalada “trapera” como contaba el famoso y galardonado escritor vallisoletano en su novela “Las Ratas”. Estoy un poco desencantado del hombre en cuanto hombre y de la mujer en cuanto mujer… Da mucha pena comprobar una y otra vez que la gente no tiene palabra, que justifica lo injustificable y, además, concluir que ciertamente y desgraciadamente fui engañado cuando era un tierno infante, aunque no me arrepiento de haber hecho cosas muy buenas por Dios, ni mucho menos.

Me fastidia esa LIBERTAD CONDICIONADA a la que he sido sometido durante 3 décadas. Ni yo mismo me reconozco diciendo esto, me encantaría contaros con pelos y señales quién soy, dónde trabajo, a qué me dedico, pero desafortunadamente no puedo, eso no quita que me conozca mucha gente de la web, incluso personalmente y lógicamente que yo les conozca a ellos. En una época pensé que gran parte de lo que se escribía por aquí podía ser ficticio o exagerado, pero después de hablar con todos ellos, te das cuenta que incluso se quedaron cortos.

La bandera de la libertad la han ondeado al viento millones de personas en todas las épocas y, bajo la misma, se han cometido verdaderas atrocidades. Y si hablásemos de lo que opinan las mayorías, condicionadas por sus líderes, no terminaríamos nunca… George Orwel en su novela “1984”, que he leído varias veces, nos ayuda a ver esa absoluta dependencia que tenemos del sistema. No puedes salirte del mismo de una manera natural, porque es imposible. Pasa en todos los regímenes totalitarios del pelaje que sea y, lo que es peor, ocurre también en las mismas democracias, hasta en los equipos deportivos y en las empresas. Hay que hacerse fuerza, romper con lo políticamente correcto, para poder estar por encima de las cosas. ¿Qué nos pasa a los humanos? ¿Por qué actuamos de esa manera? Cuando perdemos el Norte y no miramos a los lados, cuando ponemos nuestros objetivos en conseguir algo a cualquier coste, cuando no respetamos la libertad de los otros, cuando nos creemos infalibles y perfectos, se fastidió el asunto. Os animo a releer el maravilloso libro de Víktor E. Frankl, “El hombre en busca del sentido”, tanto a unos como a otros les puede venir muy bien. Se puede ser libre a pesar de todo, de las circustancias, de las personas, de las penalidades. La libertad está en el interior de cada persona, no intentemos vencer a nadie, tratemos de convencerlo, de esa manera podremos o no convencerlos pero seguiremos siendo amigos o seguiremos respetándonos unos a otros. De hecho, uno deja “la cosa nostra” cuando decide interiormente que ya no puede o debe seguir, por el motivo que sea. Hay una parodia genial de Robert de Niro que os recomiendo para pasar un rato muy divertido.

Entiendo las posturas de todos, es muy bueno defender los propios ideales y es de justicia exigir y recibir lo que le pertenece a cada uno, pero no podemos obligar a nadie a forzar su voluntad, caeríamos en el mismo y horrible defecto que “la cosa”. Ayudémonos unos a otros de la mejor manera posible, tratemos de buscar soluciones y no problemas. La gente es buena de por sí, el secreto está en encontrar todo lo que tiene de bueno y optimizarlo. Tengo que reconocer que mi maravillosa mujer ha hecho verdadero encaje de bolillos conmigo y que nunca he estado tan feliz y tan enamorado como ahora.

La libertad de la que tanto se habla en “la cosa” queda a merced del túnel en en el que nos metemos cuando escribimos la carta, uno sabe cuando entra pero nunca sabe cuándo termina. Te sientes coaccionado por las miradas de los otros y por el dar buen ejemplo y por el no saber nada porque estoy empezando y por el fíjate tú si ahora hago esto o si hago lo otro o lo de más allá, y por el ahora toca esto, ahora toca esto otro, eso no es de buen criterio, aquello no es estar en buen plan, y ahora viene esta costumbre, ahora aquesta norma, después hay que cumplir el horario, a continuación no te saltes la tertulia, tú sólo puedes tener estas aficiones, no tenemos más devociones que la del de Barbastro, lo demás está vedado, y por último y en definitiva por la posible “persecución divina”. Nunca sabes si puedes actuar de otra manera porque no te dejan. En fin que nunca eres libre de elegir nada, todas las elecciones son las únicas posibles y permitidas, las otras son tentaciones demoníacas.

Pepgrass







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