La conciencia como norma.- Isabel Sala
Fecha Wednesday, 12 November 2014
Tema 125. Iglesia y Opus Dei


Queridos todos,

Estaba leyendo un libro el otro día y al pasar por este párrafo me acordé de todos nosotros.

“El problema de la conciencia se ha convertido actualmente, sobre todo en el ámbito de la Teología Moral católica, en un punto esencial de la moral y el conocimiento moral. La disputa gira en torno a los conceptos “libertad” y “norma”, “autonomía” y “heteronomía”, “autodeterminación” y “heterodeterminación” por la autoridad. La conciencia aparece en todo ello como el baluarte de la libertad frente a las constricciones de la existencia causadas por la autoridad. En la controversia se contraponen dos concepciones de lo católico: un entendimiento renovado de su esencia, que despliega la fe cristiana desde el fondo de la libertad y como principio de la libertad, y un anticuado modelo <<preconciliar>>, que subordina la existencia cristiana a la autoridad, la cual regula la vida hasta en sus más íntimos recintos tratando de mantener su poder sobre los hombres. De ese modo la moral de la conciencia y la moral de la autoridad parecen enfrentarse como dos morales contrapuestas en lucha recíproca. La libertad del cristiano quedaría a salvo gracias a la proposición original de la tradición moral: la conciencia es la norma suprema, que el hombre ha de seguir incluso contra la autoridad. Cuando la autoridad, en este caso el Magisterio de la Iglesia, habla sobre problemas de moral, podrá suministrar el material a la conciencia, que se reserva siempre la última palabra, para que forme su propio juicio. La concepción de la conciencia como instancia última es recogida por algunos autores en la forma <<la conciencia es infalible>>”.

La cita está sacada de un libro del entonces Cardenal Joseph Ratzinger. El libro lleva por título Verdad, valores y poder, y en él se recogen tres discursos. El segundo de ellos, que es de donde he copiado la cita, se llama “Si quieres la paz, respeta la conciencia de cada hombre”. Más claro no puede ser el título. A lo mejor por afirmaciones como esta es por lo que el Opus Dei prohibía la lectura de muchos de los escritos del Cardenal Ratzinger.

Pero la nota de humor (negro) viene aquí: ¡publicado por RIALP en 2005! Es decir, después de que el Cardenal Ratzinger fuese elegido Papa y por lo tanto hubiese que cambiar rápidamente la política de la Institución al respecto de sus escritos, que pasaron de estar incluidos en el Índice a ser lectura recomendada para todos. Claro que como ese discurso concretamente era de 1991, seguramente no se lo habían leído y por eso lo publicaron.

Después de la carcajada agridulce inicial, me vino a la cabeza esto que escribió Líbero: “La incoherencia como norma”: “(…) me gustaría poner de relieve, una vez más, la habitual conducta del Opus y muchos de sus miembros, por lo menos aquellos que ocupan puestos de gobierno, para sostener, sin inmutarse, una cosa y su contraria al mismo tiempo, en función de lo que en cada momento les pueda convenir...”.

Efectivamente, viva la incoherencia vital. Incoherencia que pasa factura claro, en forma de depresiones y desórdenes psiquiátricos de varios tipos. Menos mal que tenemos médicos de casa

Qué despropósito, y que bien que estamos de este lado.

Un abrazo a cada uno,

Isa









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