Pues sí, lo de que te hagan obispo para poder librarte del convento está bien; tan bien como que siendo obispo, si eres cura numerario, te puedes dar por exclaustrado. Pero la organización desorganizada (¿o es la desorganización organizada?) hace todo lo posible para que eso no ocurra: por ejemplo, obligando a todos "sus" obispos a nombrar como secretario, familiar o el cargo que sea dentro de su curia, a otro cura numerario con quien hacer la confidencia (¿y también confesarse?).

Seguro que esa norma, costumbre, praxis o como se llamen ahora las leyes secretas del Opus Dei, no aparecerá en ningún documento de los que exige (es un decir) la Santa Sede a las organizaciones religiosas de cualquier clase, sin distinción de órdenes, pías uniones, sindicatos de arrobamientos y la prelatura única mundial. Es para que el pobre obispo pueda seguir cumpliendo las normas y costumbres del plan de vida -que salva ex opera operato-, como bien sabemos, pues si no, no se entiende el certificado que garantizaba el santo con su cumplimiento. ¿Acabaremos por saber con quién hacía la confidencia Juan Pablo II, obispo de Roma y antes de Cracovia?

No puedo decir que he sido cura numerario y obispo para afirmar de primera mano lo que digo, pero como me lo cuentan desde dentro lo cuento yo. No sé si eso rige también para los obispos que provienen de curas agregados y de agregados que se hacen curas, porque mi garganta profunda no me ha dicho nada al respecto. Tal vez algún experto de la Web nos pueda iluminar.

Bastian.