JAN:

 El artículo que escribí, dice lo siguiente:

“¿Para qué llevaste a tu hijo a un colegio del Opus Dei? Por un mero exclusivismo social, para que no fuera a clase con extranjeros, para que recibiera una formación intelectual superior a la del resto de jóvenes de su edad.”

JAN, te pido disculpas.

He de decir que el párrafo no está escrito como lo estaba pensando, no caí al redactarlo, en que había que poner signos de interrogación, para decir lo que estaba pensando.

Lo que quise escribir era lo siguiente:

“¿Para qué llevaste a tu hijo a un colegio del Opus Dei? ¿Por un mero exclusivismo social?, ¿Para qué no fuera a clase con extranjeros?, ¿Para que recibiera una formación intelectual superior a la del resto de jóvenes de su edad?”

No supe poner los signos de interrogación, y me di cuenta de la falta en la redacción, cuando ya era tarde, bien que lo sentí, confiando que no lo interpretarías como una ofensa.

 No ha sido así, lo siento de veras y te pido disculpas. Te pido disculpas de corazón y nada más lejos de mi voluntad que el ofenderte, solamente me ha movido al contestarte, la voluntad de darte ideas por si te podían ayudar en algo; al margen de lo dicho sobre  los signos de interrogación que no supe poner.

Te aconsejo que te busques un sacerdote, que sea amigo tuyo, para que te apoye y ayude.

Te deseo a ti, a tu mujer, y a tus hijos lo mejor del mundo.

El Dios Trinitario nos cuide

Ruta de Aragón.