Mis aventuras en el Opus Dei (IX).- Pepgrass
Fecha Wednesday, 15 October 2014
Tema 030. Adolescentes y jóvenes


ANDANZAS Y DESVENTURAS DE UN “NUME” POR TIERRAS CASTELLANAS
Y SUS ALEDAÑOS (9)

Comentaba en anteriores entregas que lo mejor eran las convivencias, en especial las del extranjero, supongo que sería porque tenías una mayor libertad de movimientos y porque no te perseguían en el cuerpo a cuerpo diario… Era como respirar aire puro durante unos días e incluso, en ocasiones, hasta todo un mes en las más largas. Esa libertad te daba un poco de vidilla para sobrevivir unos meses más dentro de la jaula dorada…



Pero al final llegaba siempre lo inevitable, la vuelta al redil y a las rutinas habituales en las que te sometías a los sistemas de “control de calidad” diarios, semanales y mensuales, la “autoinculpación” por los “deberes” no cumplidos o ignorados o las autoreflexiones sobre tus faltas de cualquier cosa, de perfección en vida o de las tropecientosmil y una chorradas en las que, como es lógico, todo el mundo tenía que mejorar.

Me he ido dando cuenta de que funcionábamos como autómatas, ahora toca o-ra-ción, después mi-sa, a continuación de-sa-yuno, no-ol-vi-dar mor-ti-fi-ca-ción, ahora cum-plir en-car-gos, lla-mar a-mi-gos pa-ra plan a-pos-tó-li-co… y así sucesivamente. No éramos nosotros mismos, éramos una representación caricaturesca de nuestro “yo virtual”, vivíamos en Matrix habitualmente y de vez en cuando tocábamos la realidad, pero ¿sabéis por qué no salíamos de allí, o al menos eso es lo que yo pienso? porque nuestra familia no supo aplicarnos las contramedidas correctas.

Hubiese bastado con un tratamiento tipo Morfeo. En lugar de luchar contra nosotros o enfadarse con nosotros, tenían, pienso, que mostrarnos simplemente la realidad con mucho cariño, tratarnos como enfermos con trastorno de personalidad continuado y hacerlo con mucho cariño. (No sé si esto les puede servir a esas dos estupendas y maravillosas mujeres con la iniciativa de ayudar/nos a los excombatientes, si os puedo ayudar en algo, encantado).

Os puedo decir que, en mi caso, se ha ido solucionando todo después de hablarlo con mis amigos largo y tendido, transmitirlo a mi familia y encontrando a una persona que te quiera de verdad en este mundo lleno de mucho egoísmo y de discordias. Es cierto que teniendo un trabajo y viviendo con familiares es todo mucho más sencillo. Quizás solo, hubiese sido muchísimo más duro y complicado.

Supongo que la forma de ser de cada uno ha influido mucho en la forma de recibir las diferentes cosas que nos han acaecido en tan singular morada. La formación militar inicial en la que cual marines, si pasabas las pruebas, estábamos preparados para cualquier cosa. Don y doñas Perfectos son capaces de resolver cualquier problema que se presente, “somos” los mejores organizadores, campeones en logística, en tratamiento de datos, en diseño, marketing y comunicación. El principal problema era que todo se hacía acudiendo a la retroalimentación de los “supermanes” del principio y, por supuesto, a los argumentos de autoridad como prueba de que era posible hacer cualquier cosa, ante los que no se podían poner pegas de ninguna clase, puesto que todos eran Perfectos ya en vida.

De las cosas que siempre me han llamado la atención, y me la siguen llamando todavía, es la total y desfasada actitud cuando se cruzaban dos numes de distinto sexo, exageración al límite de las formas y recelo absoluto. En más de una ocasión me ocurrió, y continúa ocurriendo ahora, que al saludar a una “ella”, notabas una especie de repulsión y una frialdad impropias de personas, es algo tan llamativo que sin saberlo ya intuías que la otra tenía algún problema… De hecho en el tema de los afectos tengo una asignatura pendiente, que gracias a la que ahora es mi mujer ha ido cambiando paulatinamente, sin ella me hubiese costado infinito volver a querer o, mejor dicho, empezar a querer a alguien de verdad.

Con mi familia todavía tengo muchas carencias de afecto, tan es así que el otro día al abrazarme una sobrina con tanto cariño casi me emocionaba porque hasta el momento nunca había notado o sabido lo que era querer de verdad. Y se lo debo todo a mi mujer que me va curando de ese mal endémico del Opus, que es el “desquerer” o el no saber querer. Hasta el cariño más humano se nos robó de una manera sibilina y luego cuesta tanto cerrar esas heridas… Esa y no otra, pienso que es la única forma de poder estar separados de nuestras familias, el no tenerles afecto verdadero, el pensar y perdonadme la expresión, que casi era pecado querer de verdad a tus padres y hermanos… No digamos al resto del personal.

Bueno, gracias a Dios, el río vuelve a su cauce después de salirse de madre y los familiares terminan por comprenderte, esto es lo más importante. Si no fuera así, se haría muy difícil volver a ser personas normales. La familia es fundamental en este proceso y los amigos también.

Pepgrass

Nota: Le mando muchos ánimos a Satur, ahora sé lo que es querer y lo que duele estar separado, tengo un máster desgraciadamente, las cosas no se entienden muchas veces hasta que las sufres en tus propias carnes.

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