Sobre lo que me responde Jaraysedal a mi comentario sobre la petición de Antonio Esquivias tengo que decirle que estoy de acuerdo con él en que es cierto que esta web y nosotros no somos nada comparados con 150.000 o con la fuerza humana de la “Obra”. Aunque, si lo has vivido desde dentro, sabrás que ese entusiasmo que aparentan muchos no es lo que parece. Ni esa seguridad ni esa alegría.
Creo que la “Obra” es un gigante con pies de barro (eso sí, el resto del muñeco es de oro macizo) y por eso no puede consentir la más mínima grieta porque el día que la tenga está acabada.
También es cierta la posible “contaminación” de la petición de Antonio como si viniera de un “resentido” pero creo que hay que mirar algo más lejos y ver si, resentido o no (a mí no me lo parece, pero no le conozco), es justo lo que pide.
En lo que no estoy de acuerdo es en la relevancia de Opuslibros, siempre menos de la que quisiéramos:
- ¿Por qué sus repetidos intentos de cerrar esta web?
- ¿Por qué montarle un juicio a Agustina para eliminar los documentos internos?
- ¿Por qué poner como condición a Antonio quitar sus escritos de aquí?
- ¿Por qué sacar a Pilar Urbano de forma fulgurante a hacer un trabajo sucio?
- ¿Por qué hay que hacer lo posible para que no se nombre Al Que No Debe Ser Nombrado?
- ¿Por qué buscar “ex” que manden cartas al Vaticano?
Afortunadamente la razón de la vida de esta web, creo, no es ella misma. Cosa que sí ocurre en el caso de la "Obra": su única razón de existir es servirse a sí misma.
Pero en lo que de ninguna forma puedo estar de acuerdo es en que no se denuncia nada, “ningún escándalo, nada vergonzoso”:
- Violación sistemática de las conciencias mediante una “dirección espiritual” totalmente en contra de las normas de la Iglesia.
- Normas y procesos directamente en contra de las propias normas canónicas e imposición de normas y cargas a espaldas de la Iglesia.
- Suicidios, denuncias de posibles casos de abusos sexuales, abusos doctrinales.
- Delitos económicos y laborales. Manipulación de testamentos.
- La trampa vocacional y la manipulación de menores de edad.
- Informes secretos sobre miembros, obispos, cardenales.
- Jugar con la vida de miles de personas, usando y después tirando a la basura a las personas (a pesar de “la vocación eterna”) cuando se piensa que ya no sirven.
- Todo tipo de mentiras en los aspectos históricos, personales y de la institución, de los procesos de canonización.
- Recurso a las pastillas durante años sin razón real.
- … Cada uno puede continuar
¿Todo esto no es nada?
No sé si la “Obra” reventará algún día, o si será intervenida por la Iglesia o sufrirá algún otro “cataclismo” o no le pasará nada hasta el fin de los días. Pero motivos para que algo ocurra desde luego no le faltan. Y si ocurre algo me da la impresión de que el escándalo va a ser mayor que el horrible problema de la pederastia en la Iglesia y desde luego mucho mayor que la repercusión que ha tenido la intervención de los legionarios.
Sitatunga
